17 mayo, 2013

Ruta del Vino D.O. Empordà / Ruta del Vi D.O. Empordà

Hay veces en las que el destino nos lleva a lugares maravillosos y a encontrarnos con situaciones que son un auténtico privilegio profesional. Trabajar para el Patronat de Turisme Costa Brava Girona y en particular para la Ruta del Vi de la D.O. Empordà es un claro ejemplo de ello y no queríamos pasarlo por alto. En el marco de las distintas actuaciones que estamos realizando, durante esta semana hemos tenido la suerte de realizar acciones formativas para los miembros de la Ruta del Vino, lo cual nos ha permitido realizar una primera aproximación a su producto enoturístico y a los profesionales  y empresas que están detrás del mismo.

Nos gustaría destacar, para empezar, que nos encontrábamos con la sala de llena de representantes de la ruta, de personas ávidas de aprender, de jóvenes emprendedores y, sobre todo, con ganas de compartir su experiencia y puntos de vista sobre el desarrollo enoturístico del destino.

Imagen,

Ello nos ha llevado a conocer cómo en una extensión no muy grande como es la que conforman el Alt Empordà y el Baix Empordà podemos encontrarnos con:

  • Establecimientos como Castillo de Peralada, todo un referente enoturístico, conformando un gran complejo que incluye hotel, restaurante, casino, museo del vino, Wine spa, campo de golf y, por supuesto bodega,  …
  • Alguna bodega vanguardista como Brugarol, que ha desarrollado un proyecto arquitectónico de primer orden que busca ser un nexo de unión entre el bosque, la viña y el mar.
  • Pequeñas bodegas, que viven con pasión la actividad enoturística, en las que te atienden los propietarios, como la Vinyeta, Masía Serra, Maset Plana, Espelt, Martin Faixó, Vinyes dels Aspres, Mas Llunes, Can Sais,  Terraremota, etc… sin prisas, centrando gran parte de su visita en el territorio y su riqueza, la viña y su estilo de vida.
  • Cooperativas, como Garriguella y Espolla, perfectos representantes de la realidad socioeconómica de unos pueblos muy arraigados a la cultura del vino.
  • Restaurantes, unos más modernos como Vicus, otros con cerca de 50 años de historia, como el Emporium, en los que la tercera generación asume la gestión, con una filosofía de trabajo “slow food” o “km 0” que presentan una gastronomía innovadora, arraigada a las raíces de la cocina catalana,  basada en productos locales, y con cartas que incluyen unas 700 referencias de vinos de todo el mundo, pero en las que se apuesta, ante todo, por los vinos de la D.O. Empordà.
  • Bodegas también productoras de aceite de oliva, el cual es extraordinario, como Maset Plana.
  • Empresas de actividades enoturísticas, como Devinocatas, con un equipo de sumilleres capaces de atenderte en 7 idiomas y presentarte una amplia gamas de vinos, para mostrarte la diversidad de vinos y todo el potencial de la zona.
  • Empresas de actividades culturales, como Terramar, que desarrollan infinidad de actividades ligadas a la cultura para todos los públicos, centradas en el territorio y en las que el patrimonio del vino y la gastronomía son un claro exponente.
  • Empresas como “ I cook it”, chefs que se desplazan a tu domicilio o la bodega para preparar tu comida, que ligan el vino a la gastronomía y muestran toda la cultura gastronómica de la zona, como no podía ser de otra forma en un destino que puede presumir de tener los mejores restaurantes del mundo.
  • Numerosas empresas de actividades (y esta es una notable diferencia respecto a otras rutas del vino) que nos ofrecen cicloturismo entre bodegas como We bike Girona, actividades en Kayak (Sk kayak), y que buscan también su punto de encuentro con el vino.
  • Agencias de viaje, como Viemocions, y centrales de reservas como Vins de l’Empordà, centradas única y exclusivamente en el ámbito enogastronómico.

Y todo esto en un territorio turístico per se, punto de encuentro del mar y la montaña, impregnado por el arte y la cultura y con pueblos como Rosas, Cadaqués, Pals, Peralada,  Calonge-San Antoni, … y si a ello sumamos la colaboración público privada que está impulsando el equipo técnico del Patronat de Turismo Girona Costa Brava, el cual cree a ciegas en este proyecto.

Todo un paraíso enogastronómico que evoca un estilo de vida.  ¿Qué más se puede pedir?

17 mayo, 2013

Ruta del Vino D.O. Empordà / Ruta del Vi D.O. Empordà

Hay veces en las que el destino nos lleva a lugares maravillosos y a encontrarnos con situaciones que son un auténtico privilegio profesional. Trabajar para el Patronat de Turisme Costa Brava Girona y en particular para la Ruta del Vi de la D.O. Empordà es un claro ejemplo de ello y no queríamos pasarlo por alto. En el marco de las distintas actuaciones que estamos realizando, durante esta semana hemos tenido la suerte de realizar acciones formativas para los miembros de la Ruta del Vino, lo cual nos ha permitido realizar una primera aproximación a su producto enoturístico y a los profesionales  y empresas que están detrás del mismo.

Nos gustaría destacar, para empezar, que nos encontrábamos con la sala de llena de representantes de la ruta, de personas ávidas de aprender, de jóvenes emprendedores y, sobre todo, con ganas de compartir su experiencia y puntos de vista sobre el desarrollo enoturístico del destino.

Imagen,

Ello nos ha llevado a conocer cómo en una extensión no muy grande como es la que conforman el Alt Empordà y el Baix Empordà podemos encontrarnos con:

  • Establecimientos como Castillo de Peralada, todo un referente enoturístico, conformando un gran complejo que incluye hotel, restaurante, casino, museo del vino, Wine spa, campo de golf y, por supuesto bodega,  …
  • Alguna bodega vanguardista como Brugarol, que ha desarrollado un proyecto arquitectónico de primer orden que busca ser un nexo de unión entre el bosque, la viña y el mar.
  • Pequeñas bodegas, que viven con pasión la actividad enoturística, en las que te atienden los propietarios, como la Vinyeta, Masía Serra, Maset Plana, Espelt, Martin Faixó, Vinyes dels Aspres, Mas Llunes, Can Sais,  Terraremota, etc… sin prisas, centrando gran parte de su visita en el territorio y su riqueza, la viña y su estilo de vida.
  • Cooperativas, como Garriguella y Espolla, perfectos representantes de la realidad socioeconómica de unos pueblos muy arraigados a la cultura del vino.
  • Restaurantes, unos más modernos como Vicus, otros con cerca de 50 años de historia, como el Emporium, en los que la tercera generación asume la gestión, con una filosofía de trabajo “slow food” o “km 0” que presentan una gastronomía innovadora, arraigada a las raíces de la cocina catalana,  basada en productos locales, y con cartas que incluyen unas 700 referencias de vinos de todo el mundo, pero en las que se apuesta, ante todo, por los vinos de la D.O. Empordà.
  • Bodegas también productoras de aceite de oliva, el cual es extraordinario, como Maset Plana.
  • Empresas de actividades enoturísticas, como Devinocatas, con un equipo de sumilleres capaces de atenderte en 7 idiomas y presentarte una amplia gamas de vinos, para mostrarte la diversidad de vinos y todo el potencial de la zona.
  • Empresas de actividades culturales, como Terramar, que desarrollan infinidad de actividades ligadas a la cultura para todos los públicos, centradas en el territorio y en las que el patrimonio del vino y la gastronomía son un claro exponente.
  • Empresas como “ I cook it”, chefs que se desplazan a tu domicilio o la bodega para preparar tu comida, que ligan el vino a la gastronomía y muestran toda la cultura gastronómica de la zona, como no podía ser de otra forma en un destino que puede presumir de tener los mejores restaurantes del mundo.
  • Numerosas empresas de actividades (y esta es una notable diferencia respecto a otras rutas del vino) que nos ofrecen cicloturismo entre bodegas como We bike Girona, actividades en Kayak (Sk kayak), y que buscan también su punto de encuentro con el vino.
  • Agencias de viaje, como Viemocions, y centrales de reservas como Vins de l’Empordà, centradas única y exclusivamente en el ámbito enogastronómico.

Y todo esto en un territorio turístico per se, punto de encuentro del mar y la montaña, impregnado por el arte y la cultura y con pueblos como Rosas, Cadaqués, Pals, Peralada,  Calonge-San Antoni, … y si a ello sumamos la colaboración público privada que está impulsando el equipo técnico del Patronat de Turismo Girona Costa Brava, el cual cree a ciegas en este proyecto.

Todo un paraíso enogastronómico que evoca un estilo de vida.  ¿Qué más se puede pedir?