Nuestra participación en diversos proyectos de turismo enogastronómico, nos permiten concluir que las principales tendencias desde el punto de vista de la demanda pueden sintetizarse en cinco aspectos fundamentales:
• La búsqueda de los productos locales, provenientes de los entornos más cercanos, que permitan conocer la cultura gastronómica de la región, que contribuyan a la sostenibilidad y que ayuden a desarrollar las economías locales. Este aspecto es valorado sobre manera por la demanda que sabe que en ningún lugar encontrará el producto de un modo tan «puro» o cercano. Esta tendencia ha dado lugar a movimientos internacionales como slow food, km 0, local food o food miles.
• La búsqueda de los productos de calidad, reforzada por marcas de garantía oficiales: Denominaciones de Origen, Indicaciones Geográficas Protegidas o Marcas Propias.
• La búsqueda de una cocina tradicional pero con innovación. Una oferta integral que combine la cocina tradicional y creativa son activos clave para el futuro del turismo gastronómico. Nos gusta la innovación, pero sin renunciar a las raices, a la verdadera esencia de la gastronomía auténtica de toda la vida.
• La búsqueda de la calidad al mejor precio. Aunque las guías gastronómicas están enfocadas a restaurantes de ticket medio y alto con un servicio de mucha calidad, la verdad es que sólo el 5% de los consumidores van a estos sitios, mientras que el 95% busca (buscamos) los “Bid Gourmand” (restaurantes valorados en la Guía Michelin en un apartado especial, por ofrecer una comida de buen nivel a precios asequibles).
• La búsqueda de la multiculturalidad. El consumidor actual es un viajero experimentado, que vive en un mundo globalizado, que ha probado nuevas cocinas y que demanda una oferta multicultural.
Asismismo, cada vez se detecta en mayor medida un nuevo perfil de demanda: el Foodie. En la actualidad, este término suena con fuerza cuando se habla de los turistas gastronómicos. Se considera que los foodies son personas con un interés especial en la preparación y el consumo de la comida. Son aquellos que disfrutan planificando su compra, coleccionan recetas de todo tipo, les apasiona el estudio de los alimentos y leer noticias relacionadas, tienen interés por la alimentación en las diferentes culturas y por las industrias alimentarias, la ciencia, el arte culinario, el menaje de cocina y los personajes que rodean este mundo, por la búsqueda de restaurantes donde saborear nuevas sensaciones culinarias, de mercados y tiendas especializadas para encontrar nuevos productos.
¿Habéis detectado alguna otra tendencia de la demanda?
Nuestra participación en diversos proyectos de turismo enogastronómico, nos permiten concluir que las principales tendencias desde el punto de vista de la demanda pueden sintetizarse en cinco aspectos fundamentales:
• La búsqueda de los productos locales, provenientes de los entornos más cercanos, que permitan conocer la cultura gastronómica de la región, que contribuyan a la sostenibilidad y que ayuden a desarrollar las economías locales. Este aspecto es valorado sobre manera por la demanda que sabe que en ningún lugar encontrará el producto de un modo tan «puro» o cercano. Esta tendencia ha dado lugar a movimientos internacionales como slow food, km 0, local food o food miles.
• La búsqueda de los productos de calidad, reforzada por marcas de garantía oficiales: Denominaciones de Origen, Indicaciones Geográficas Protegidas o Marcas Propias.
• La búsqueda de una cocina tradicional pero con innovación. Una oferta integral que combine la cocina tradicional y creativa son activos clave para el futuro del turismo gastronómico. Nos gusta la innovación, pero sin renunciar a las raices, a la verdadera esencia de la gastronomía auténtica de toda la vida.
• La búsqueda de la calidad al mejor precio. Aunque las guías gastronómicas están enfocadas a restaurantes de ticket medio y alto con un servicio de mucha calidad, la verdad es que sólo el 5% de los consumidores van a estos sitios, mientras que el 95% busca (buscamos) los “Bid Gourmand” (restaurantes valorados en la Guía Michelin en un apartado especial, por ofrecer una comida de buen nivel a precios asequibles).
• La búsqueda de la multiculturalidad. El consumidor actual es un viajero experimentado, que vive en un mundo globalizado, que ha probado nuevas cocinas y que demanda una oferta multicultural.
Asismismo, cada vez se detecta en mayor medida un nuevo perfil de demanda: el Foodie. En la actualidad, este término suena con fuerza cuando se habla de los turistas gastronómicos. Se considera que los foodies son personas con un interés especial en la preparación y el consumo de la comida. Son aquellos que disfrutan planificando su compra, coleccionan recetas de todo tipo, les apasiona el estudio de los alimentos y leer noticias relacionadas, tienen interés por la alimentación en las diferentes culturas y por las industrias alimentarias, la ciencia, el arte culinario, el menaje de cocina y los personajes que rodean este mundo, por la búsqueda de restaurantes donde saborear nuevas sensaciones culinarias, de mercados y tiendas especializadas para encontrar nuevos productos.
¿Habéis detectado alguna otra tendencia de la demanda?