En un escenario tan competitivo como el sector de la restauración el éxito depende de factores que van más allá de una gama de productos de alta calidad y una elaboración adecuada. La originalidad y la capacidad de innovación son claves, más aún en un tiempo en el que lograr diferenciarse de la competencia puede situarnos en una posición privilegiada.
El cliente es cada día más experimentado y, por lo tanto, mucho más exigente. De esto ya no hay dudas. En muchas ocasiones, una sencilla reserva para cenar simboliza la búsqueda de nuevas experiencias que le sorprendan y, admitámoslo, se presten a ser comentadas, fotografiadas y compartidas a través de redes sociales. Para tu restaurante esto se traduce en una magnífica oportunidad para ser visto a través del móvil de cientos de personas en cuestión de segundos.
Se trata de una promoción directa de la mano de una persona real, que comparte una experiencia real, por tanto tiene un potencial de credibilidad muy alto. Resumiendo, es tu oportunidad de oro para fidelizar a un cliente, al mismo tiempo que creas expectativas en varios cientos de clientes potenciales, únicamente haciendo tu trabajo. Eso sí, haciéndolo de forma excelente, genuinamente original y fiel a tu estilo.
La premisa de hacer bien tu trabajo para que los usuarios queden satisfechos y no solo regresen, sino que recomienden tu restaurante a los demás no es nada nuevo. Sin embargo, la increíble capacidad de difusión que cada uno de nosotros tenemos gracias a Internet sí es algo relativamente nuevo y resulta fundamental tomarlo en cuenta. Tan en cuenta como es necesario tomar la velocidad a la que se transmite cualquier información hoy día, no importa si es buena o mala.
Los restaurantes han de moverse por este patrón y ser conscientes del potencial de persuasión de cada plato lejos de los fogones. Es necesario encontrar un storytelling, unos valores que te identifiquen como marca y que sepas transmitir no solo a través de tus creaciones culinarias, sino también mediante las redes sociales. A continuación, te proponemos algunas pautas para lograrlo:
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Cuida la imagen
“Comemos con los ojos”. Puede sonar a tópico pero esta expresión adquiere un significado especial en un tiempo en que todos tenemos acceso a plataformas como Facebook o Instagram.
Además de poner un foco de atención en el día a día, tu restaurante debe contar con un material fotográfico muy cuidado que transmita una imagen apetecible de los platos. Serán la carta de presentación para quienes aún no te han visitado. Recuerda que debes renovar las imágenes periódicamente, teniendo en cuenta y destacando los alimentos propios de cada temporada. Cuida aspectos como la aplicación de colores vivos y cálidos, la iluminación, el empleo de fondos homogéneos que no distraigan la atención respecto al plato y el dinamismo en la fotografía (líquidos fluyendo, platos humeantes, asados saliendo del horno, etc), el conjunto atraerá mucho al consumidor.
Eso sí, debes mantener siempre la coherencia entre lo que el cliente verá a través de las redes sociales y lo que tendrá frente a sus ojos cuando esté en el restaurante. Si los platos fotografiados no se corresponden con la realidad se producirá una grave decepción muy difícil de revertir.
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Diseño de los platos
Atrévete a innovar, sé original y sorprende a tus clientes. Ten en cuenta que la presentación será casi tan importante como el sabor y te brindará la oportunidad de diferenciarte de los demás. Las posibilidades son infinitas, desde los trampantojos hasta las interpretaciones de recetas tradicionales, tú decides qué se ajusta más a tu estilo de cocina.
Si eres innovador, tu premio llegará en forma de difusión por redes sociales. El comensal no podrá resistirse a sacar su teléfono móvil del bolsillo, fotografiar y compartir el plato, en ocasiones, incluso antes de llegar a probarlo. Así es el boca – oreja del siglo XXI: inmediato, visual y, en buena medida, depende de ti. Aprovecha la ocasión e interactúa con el cliente después por medio de la fotografía, es una forma de atraer sutilmente a tu perfil a todos sus seguidores.
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Estructura de la carta y denominación de los platos
El momento en el que la carta de tu restaurante llega a manos del cliente es crítico. Cuidar la presentación, ser fresco, original y divertido, despertar su curiosidad son puntos clave a considerar. En función de tu estilo, puede ser una buena idea incorporar fotografías, colores llamativos o formatos novedosos, quizá otorgar protagonismo a los ingredientes más especiales u ofrecer una parte de las recetas… Decidas seguir la línea que decidas, debes lograr mantener su atención, su interés e introducirle poco a poco en todos los valores y cualidades que tu restaurante representa y defiende como marca.
Si bien, no se trata de hacer poesía ni recurrir a formatos demasiado estrambóticos, quizá el menú sea tu mejor oportunidad para proponer un juego de términos, relacionar la oferta gastronómica con la música que ambienta el local o cualquier otra alternativa capaz de despertar la curiosidad del cliente.
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El ambiente y la decoración
El ambiente y el diseño del local son otro pilar fundamental para el conjunto de la experiencia, sin olvidar que son características con capacidad para definir la atracción o rechazo de un segmento de público determinado.
La decoración, sin duda, influye en el estado de ánimo, crea expectativas y puede predisponer al cliente para que consuma uno u otro tipo de productos. Emplear mobiliario de un estilo determinado, los colores corporativos y otros elementos representativos, te ayudarán a generar una imagen de marca concreta, afinar el público objetivo al que te diriges y favorecer la captación y fidelización de clientes.
En resumen, ser original e innovador no es fácil, pero está dejando de ser un lujo para convertirse en una obligación si se quiere ser realmente competitivo. Para ello, lo mejor es rodearse de profesionales que sepan cómo plasmar tus ideas de manera eficaz, permaneciendo fiel a un estilo y unos valores sólidos y bien definidos.
En un escenario tan competitivo como el sector de la restauración el éxito depende de factores que van más allá de una gama de productos de alta calidad y una elaboración adecuada. La originalidad y la capacidad de innovación son claves, más aún en un tiempo en el que lograr diferenciarse de la competencia puede situarnos en una posición privilegiada.
El cliente es cada día más experimentado y, por lo tanto, mucho más exigente. De esto ya no hay dudas. En muchas ocasiones, una sencilla reserva para cenar simboliza la búsqueda de nuevas experiencias que le sorprendan y, admitámoslo, se presten a ser comentadas, fotografiadas y compartidas a través de redes sociales. Para tu restaurante esto se traduce en una magnífica oportunidad para ser visto a través del móvil de cientos de personas en cuestión de segundos.
Se trata de una promoción directa de la mano de una persona real, que comparte una experiencia real, por tanto tiene un potencial de credibilidad muy alto. Resumiendo, es tu oportunidad de oro para fidelizar a un cliente, al mismo tiempo que creas expectativas en varios cientos de clientes potenciales, únicamente haciendo tu trabajo. Eso sí, haciéndolo de forma excelente, genuinamente original y fiel a tu estilo.
La premisa de hacer bien tu trabajo para que los usuarios queden satisfechos y no solo regresen, sino que recomienden tu restaurante a los demás no es nada nuevo. Sin embargo, la increíble capacidad de difusión que cada uno de nosotros tenemos gracias a Internet sí es algo relativamente nuevo y resulta fundamental tomarlo en cuenta. Tan en cuenta como es necesario tomar la velocidad a la que se transmite cualquier información hoy día, no importa si es buena o mala.
Los restaurantes han de moverse por este patrón y ser conscientes del potencial de persuasión de cada plato lejos de los fogones. Es necesario encontrar un storytelling, unos valores que te identifiquen como marca y que sepas transmitir no solo a través de tus creaciones culinarias, sino también mediante las redes sociales. A continuación, te proponemos algunas pautas para lograrlo:
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Cuida la imagen
“Comemos con los ojos”. Puede sonar a tópico pero esta expresión adquiere un significado especial en un tiempo en que todos tenemos acceso a plataformas como Facebook o Instagram.
Además de poner un foco de atención en el día a día, tu restaurante debe contar con un material fotográfico muy cuidado que transmita una imagen apetecible de los platos. Serán la carta de presentación para quienes aún no te han visitado. Recuerda que debes renovar las imágenes periódicamente, teniendo en cuenta y destacando los alimentos propios de cada temporada. Cuida aspectos como la aplicación de colores vivos y cálidos, la iluminación, el empleo de fondos homogéneos que no distraigan la atención respecto al plato y el dinamismo en la fotografía (líquidos fluyendo, platos humeantes, asados saliendo del horno, etc), el conjunto atraerá mucho al consumidor.
Eso sí, debes mantener siempre la coherencia entre lo que el cliente verá a través de las redes sociales y lo que tendrá frente a sus ojos cuando esté en el restaurante. Si los platos fotografiados no se corresponden con la realidad se producirá una grave decepción muy difícil de revertir.
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Diseño de los platos
Atrévete a innovar, sé original y sorprende a tus clientes. Ten en cuenta que la presentación será casi tan importante como el sabor y te brindará la oportunidad de diferenciarte de los demás. Las posibilidades son infinitas, desde los trampantojos hasta las interpretaciones de recetas tradicionales, tú decides qué se ajusta más a tu estilo de cocina.
Si eres innovador, tu premio llegará en forma de difusión por redes sociales. El comensal no podrá resistirse a sacar su teléfono móvil del bolsillo, fotografiar y compartir el plato, en ocasiones, incluso antes de llegar a probarlo. Así es el boca – oreja del siglo XXI: inmediato, visual y, en buena medida, depende de ti. Aprovecha la ocasión e interactúa con el cliente después por medio de la fotografía, es una forma de atraer sutilmente a tu perfil a todos sus seguidores.
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Estructura de la carta y denominación de los platos
El momento en el que la carta de tu restaurante llega a manos del cliente es crítico. Cuidar la presentación, ser fresco, original y divertido, despertar su curiosidad son puntos clave a considerar. En función de tu estilo, puede ser una buena idea incorporar fotografías, colores llamativos o formatos novedosos, quizá otorgar protagonismo a los ingredientes más especiales u ofrecer una parte de las recetas… Decidas seguir la línea que decidas, debes lograr mantener su atención, su interés e introducirle poco a poco en todos los valores y cualidades que tu restaurante representa y defiende como marca.
Si bien, no se trata de hacer poesía ni recurrir a formatos demasiado estrambóticos, quizá el menú sea tu mejor oportunidad para proponer un juego de términos, relacionar la oferta gastronómica con la música que ambienta el local o cualquier otra alternativa capaz de despertar la curiosidad del cliente.
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El ambiente y la decoración
El ambiente y el diseño del local son otro pilar fundamental para el conjunto de la experiencia, sin olvidar que son características con capacidad para definir la atracción o rechazo de un segmento de público determinado.
La decoración, sin duda, influye en el estado de ánimo, crea expectativas y puede predisponer al cliente para que consuma uno u otro tipo de productos. Emplear mobiliario de un estilo determinado, los colores corporativos y otros elementos representativos, te ayudarán a generar una imagen de marca concreta, afinar el público objetivo al que te diriges y favorecer la captación y fidelización de clientes.
En resumen, ser original e innovador no es fácil, pero está dejando de ser un lujo para convertirse en una obligación si se quiere ser realmente competitivo. Para ello, lo mejor es rodearse de profesionales que sepan cómo plasmar tus ideas de manera eficaz, permaneciendo fiel a un estilo y unos valores sólidos y bien definidos.