Nos hacemos eco de una muy interesante e importante noticia de Europa Press en El Economista y os damos nuestro punto de vista.
La gastronomía se ha convertido en la nueva ‘gallina de los huevos de oro’ de la economía española y cientos de cocineros jóvenes llenan escuelas de cocina convirtiendo a la gastronomía en un puntal de la marca España atrayendo solo en 2013 a 7,4 millones de turistas internacionales, un 32% más, con un gasto medio por persona de 1.170 euros.
La gastronomía figura como valor destacado entre la satisfacción de los turistas internacionales que visitan nuestro país, y especialmente algunos destinos, según la última encuesta Habitur, elaborada por el Instituto de Estudios Turísticos (IET), que mide anualmente los hábitos de los visitantes extranjeros.
Por todo ello, el mundo de la gastronomía nacional se pone en valor destacando la necesidad de impulsar este nuevo producto turístico apostando sobre todo por una mejor promoción y comercialización. “La gastronomía en España es un valor diferencial y que además es auténtica y nos aporta competitividad frente a otros destinos“, explicó el secretario general de la FEHR, Emilio Gallego.
Y es que la cocina española es actualmente la segunda comida preferida de los europeos, situándose sólo por detrás de la italiana, según la encuesta anual sobre Viajes y Gastronomía realizada por la web de viajes TripAdvisor entre usuarios del continente.
El secreto del éxito, según la escuela de Hostelería de Madrid, es el gran abanico culinario con el que cuenta España, la riqueza de productos y la amplia gama de cocinas, además de la creatividad en la manipulación y preparación.
“La cocina española es sinónimo de dieta mediterránea, de productos de proximidad y de calidad, de una manera especial de entender la comida, en compañía, con sobremesa y acompañada por un buen vaso de vino”, explican desde la Capital Española de la Gastronomía, que aseguran que la cocina española ha cruzado fronteras “sin complejos”. “La gastronomía es valor seguro por ser cultura. Es muy difícil que un turista no se enganche a nuestra oferta gastronómica”, aseguraron desde la organización que destaca el rico patrimonio gastronómico y culinario de todas las ciudades españolas.
Apoyo del Gobierno
El pasado mes de septiembre el Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España y la Real Academia de Gastronomía firmaron un acuerdo de colaboración con el fin de impulsar la difusión de la gastronomía española como activo principal del proyecto Marca España.
Además, el atractivo de nuestros platos se extenderá también a otros países gracias a que la Compañía Española de Financiación de Desarrollo (Cofides) destinará 15 millones de euros para la internacionalización de los restaurantes, con préstamos que van entre 75.000 euros y un millón por proyecto.
También es importante la labor que está desarrollando en los últimos años Saborea España, plataforma que realiza una intensa labor de promoción de la imagen de España a través de la gastronomía y de la alta calidad de los productos, convirtiéndolos en experiencias gastronómicas.
“El objetivo es mantener la calidad gastronómica actual e incluso elevarla, aportando nuevas recetas y sobre todo profesionales, que no solo dominen la cocina, sino las redes sociales y el marketing”, explicó el jefe del departamento de turismo y hostelería de la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Madrid, Manuel Vegas, a Europa Press.
Y para ello resultaría imprescindible el trabajo conjunto de todas las administraciones. La Capital española de la Gastronomía es un claro ejemplo: administraciones, empresas, profesionales de la hostería , productos y público quieren reivindicar las bondades gastronómicas de su tierra.
Gastronomía como dinamizador económico
La importancia de la gastronomía como motor de arrastre para el turismo quedó patente hace unas semanas durante la celebración de la XII Cumbre Internacional de Gastronomía ‘Madrid Fusión’ en la que se comprobó que la determinación de apoyar y promocionar la oferta gastronómica de una ciudad puede servir de dinamizador económico y foto de atracción turística.
A este respecto la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, confirmó que la gastronomía es una “marca fundamental para la capital e indudable motor de arrastre para el turismo” ya que, según cifró más del 10% de los turistas que visitan la capital lo hacen atraídos por su gastronomía.
Para el director general del Basque Culinary Center, Joxe Mari Aizega, la gastronomía nacional debe ser considerada una gran palanca de promoción turística.
“Es importante continuar impulsando la calidad de la gastronomía tradicional a todos los niveles, al tiempo que se debe apoyar a los chefs y las entidades de formación e investigación para trasmitir al mundo una imagen de vanguardia”, explicó el director de la facultad gastronómica a Europa Press.
Formar a los mejores
La calidad de la cocina española queda patente en la calidad de sus establecimientos. España cuenta con un total de cinco restaurantes en la lista de’ Los 50 Mejores Restaurantes del Mundo’ y es el quinto país del mundo en número de estrellas Michelin, por detrás de Francia, Japón, Alemania e Italia.
Además, España es el único país con una universidad culinaria, el Basque Culinary Center (BCC) en Mondragón, gestionado por los cocineros más prestigiosos de España.
Y es que la excelente formación hostelera de los jóvenes profesionales ha sido clave para el éxito de la gastronomía española como atractivo turístico.
“Debemos actuar con responsabilidad y rigor para que esas expectativas se vean cubiertas”, aseguró el director general del BCC, quien auguró que España contará con muchos jóvenes preparados y con pasión por la gastronomía, “lo que es un magnífico activo para el futuro”.
Para la Federación Española de Hostelería para el futuro es muy importante la profesionalización que se consigue a través de la formación. “Con ella conseguimos mejorar la gestión de las empresas, hacerlas más eficientes y también mejorar la creación del producto, cocinar más y mejor, y atender con una esmerada calidad de servicio”, explicó el secretario general de la Federación.
Nuestra opinión
Indudablemente, tenemos un potencial gastronómico extraordinario, potencial que es percibido por una buena parte de los turistas que visitan nuestro país. Pero más allá de la autocomplacencia, no sabemos si por deformación profesional, somos muy críticos con muchas de las iniciativas que se citan en este artículo y consideramos que no sólo tenemos que trabajar en la promoción y comercialización, sino también en crear productos que respondan a las expectativas de la demanda. Nos gustaría encontrar industrias mejor preparadas para las visitas, restaurantes que apuestan en mayor medida por la gastronomía local, por los productos con figuras de calidad atribuibles al origen, encontrar una mayor cohesión entre las empresas de la zona, eventos mejor organizados, descubrir un país más gastronómico, encontrando territorios más tematizados en torno a los productos de la tierra. Sólo cuando consigamos esto y hagamos que cada turista perciba productos y destinos gastronómicos bien trabajados se nos debería llenar la boca de “turismo gastronómico”. Mientras tanto preferimos ser más cautos.
Nos hacemos eco de una muy interesante e importante noticia de Europa Press en El Economista y os damos nuestro punto de vista.
La gastronomía se ha convertido en la nueva ‘gallina de los huevos de oro’ de la economía española y cientos de cocineros jóvenes llenan escuelas de cocina convirtiendo a la gastronomía en un puntal de la marca España atrayendo solo en 2013 a 7,4 millones de turistas internacionales, un 32% más, con un gasto medio por persona de 1.170 euros.
La gastronomía figura como valor destacado entre la satisfacción de los turistas internacionales que visitan nuestro país, y especialmente algunos destinos, según la última encuesta Habitur, elaborada por el Instituto de Estudios Turísticos (IET), que mide anualmente los hábitos de los visitantes extranjeros.
Por todo ello, el mundo de la gastronomía nacional se pone en valor destacando la necesidad de impulsar este nuevo producto turístico apostando sobre todo por una mejor promoción y comercialización. “La gastronomía en España es un valor diferencial y que además es auténtica y nos aporta competitividad frente a otros destinos“, explicó el secretario general de la FEHR, Emilio Gallego.
Y es que la cocina española es actualmente la segunda comida preferida de los europeos, situándose sólo por detrás de la italiana, según la encuesta anual sobre Viajes y Gastronomía realizada por la web de viajes TripAdvisor entre usuarios del continente.
El secreto del éxito, según la escuela de Hostelería de Madrid, es el gran abanico culinario con el que cuenta España, la riqueza de productos y la amplia gama de cocinas, además de la creatividad en la manipulación y preparación.
“La cocina española es sinónimo de dieta mediterránea, de productos de proximidad y de calidad, de una manera especial de entender la comida, en compañía, con sobremesa y acompañada por un buen vaso de vino”, explican desde la Capital Española de la Gastronomía, que aseguran que la cocina española ha cruzado fronteras “sin complejos”. “La gastronomía es valor seguro por ser cultura. Es muy difícil que un turista no se enganche a nuestra oferta gastronómica”, aseguraron desde la organización que destaca el rico patrimonio gastronómico y culinario de todas las ciudades españolas.
Apoyo del Gobierno
El pasado mes de septiembre el Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España y la Real Academia de Gastronomía firmaron un acuerdo de colaboración con el fin de impulsar la difusión de la gastronomía española como activo principal del proyecto Marca España.
Además, el atractivo de nuestros platos se extenderá también a otros países gracias a que la Compañía Española de Financiación de Desarrollo (Cofides) destinará 15 millones de euros para la internacionalización de los restaurantes, con préstamos que van entre 75.000 euros y un millón por proyecto.
También es importante la labor que está desarrollando en los últimos años Saborea España, plataforma que realiza una intensa labor de promoción de la imagen de España a través de la gastronomía y de la alta calidad de los productos, convirtiéndolos en experiencias gastronómicas.
“El objetivo es mantener la calidad gastronómica actual e incluso elevarla, aportando nuevas recetas y sobre todo profesionales, que no solo dominen la cocina, sino las redes sociales y el marketing”, explicó el jefe del departamento de turismo y hostelería de la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Madrid, Manuel Vegas, a Europa Press.
Y para ello resultaría imprescindible el trabajo conjunto de todas las administraciones. La Capital española de la Gastronomía es un claro ejemplo: administraciones, empresas, profesionales de la hostería , productos y público quieren reivindicar las bondades gastronómicas de su tierra.
Gastronomía como dinamizador económico
La importancia de la gastronomía como motor de arrastre para el turismo quedó patente hace unas semanas durante la celebración de la XII Cumbre Internacional de Gastronomía ‘Madrid Fusión’ en la que se comprobó que la determinación de apoyar y promocionar la oferta gastronómica de una ciudad puede servir de dinamizador económico y foto de atracción turística.
A este respecto la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, confirmó que la gastronomía es una “marca fundamental para la capital e indudable motor de arrastre para el turismo” ya que, según cifró más del 10% de los turistas que visitan la capital lo hacen atraídos por su gastronomía.
Para el director general del Basque Culinary Center, Joxe Mari Aizega, la gastronomía nacional debe ser considerada una gran palanca de promoción turística.
“Es importante continuar impulsando la calidad de la gastronomía tradicional a todos los niveles, al tiempo que se debe apoyar a los chefs y las entidades de formación e investigación para trasmitir al mundo una imagen de vanguardia”, explicó el director de la facultad gastronómica a Europa Press.
Formar a los mejores
La calidad de la cocina española queda patente en la calidad de sus establecimientos. España cuenta con un total de cinco restaurantes en la lista de’ Los 50 Mejores Restaurantes del Mundo’ y es el quinto país del mundo en número de estrellas Michelin, por detrás de Francia, Japón, Alemania e Italia.
Además, España es el único país con una universidad culinaria, el Basque Culinary Center (BCC) en Mondragón, gestionado por los cocineros más prestigiosos de España.
Y es que la excelente formación hostelera de los jóvenes profesionales ha sido clave para el éxito de la gastronomía española como atractivo turístico.
“Debemos actuar con responsabilidad y rigor para que esas expectativas se vean cubiertas”, aseguró el director general del BCC, quien auguró que España contará con muchos jóvenes preparados y con pasión por la gastronomía, “lo que es un magnífico activo para el futuro”.
Para la Federación Española de Hostelería para el futuro es muy importante la profesionalización que se consigue a través de la formación. “Con ella conseguimos mejorar la gestión de las empresas, hacerlas más eficientes y también mejorar la creación del producto, cocinar más y mejor, y atender con una esmerada calidad de servicio”, explicó el secretario general de la Federación.
Nuestra opinión
Indudablemente, tenemos un potencial gastronómico extraordinario, potencial que es percibido por una buena parte de los turistas que visitan nuestro país. Pero más allá de la autocomplacencia, no sabemos si por deformación profesional, somos muy críticos con muchas de las iniciativas que se citan en este artículo y consideramos que no sólo tenemos que trabajar en la promoción y comercialización, sino también en crear productos que respondan a las expectativas de la demanda. Nos gustaría encontrar industrias mejor preparadas para las visitas, restaurantes que apuestan en mayor medida por la gastronomía local, por los productos con figuras de calidad atribuibles al origen, encontrar una mayor cohesión entre las empresas de la zona, eventos mejor organizados, descubrir un país más gastronómico, encontrando territorios más tematizados en torno a los productos de la tierra. Sólo cuando consigamos esto y hagamos que cada turista perciba productos y destinos gastronómicos bien trabajados se nos debería llenar la boca de “turismo gastronómico”. Mientras tanto preferimos ser más cautos.