16 noviembre, 2023

El despegue del oleoturismo, reflexiones sobre un producto turístico en auge

  • España es el primer productor de aceite de oliva y cuenta con extraordinarios y muy diversos recursos para el impulso de la actividad oleoturística.

  • El oleoturismo es un gran aliado para impulsar el desarrollo del medio rural, diversificar la actividad económica y generar empleo en los territorios oleícolas, desestacionalizar la demanda turística y fomentar la sostenibilidad en todos sus ámbitos.

  • El gran reto: crear una propuesta turística a la altura de un valiosísimo producto como el aceite, irreemplazable en nuestra gastronomía y estilo de vida.

El auge del oleoturismo

En su afán por diversificar la oferta turística de nuestro país, el turismo viene experimentando desde hace años la aparición de nuevas tipologías turísticas que permitan cubrir las necesidades y satisfacer las expectativas de los diferentes y muy variados segmentos que conforman su demanda. Entre ellas encontramos el turismo gastronómico, el enológico y, más recientemente, el oleoturismo que, de forma breve, puede definirse como:

Un viaje de ocio, o de negocios, que requiere necesariamente, al menos, de una pernoctación por parte del viajero, cuyo desplazamiento está motivado por el conjunto de actividades cuya base es el aceite de oliva y la cultura, el patrimonio, el paisaje y las costumbres de la población que giran a su alrededor (Pulido-Fernández, Casado-Montilla y Carrillo-Hidalgo, 2019, p. 71).

El aceite de oliva es uno de los mayores exponentes de la dieta mediterránea y de nuestra gastronomía, siendo además uno de los grandes activos de la marca España. Por ello, no resulta sorprendente que, en nuestro país, así como en algunos países mediterráneos vecinos, exista una singular cultura ligada al aceite, su producción y su consumo. En este sentido, el territorio se alza como un componente determinante a la hora de valorizar este producto, siendo el medio rural una parte intrínseca de su día a día, de sus gentes y, por lo tanto, también de la experiencia oleoturística.

El olivar y su paisaje son una herencia común de la cultura mediterránea y forman parte de la identidad de numerosos municipios. La interacción a lo largo del tiempo entre el ser humano y el medio natural en estos entornos les ha conferido el valor de paisajes culturales. Tal es la importancia de este hecho que regiones como Andalucía quieren promover que el paisaje del olivar sea incluido en la Lista Indicativa Española de Patrimonio Mundial como candidato a ser declarados por la UNESCO Patrimonio Mundial como Paisaje Cultural Agrario, iniciativa que podría tener un gran impacto en el desarrollo del oleoturismo (Paisajes del Olivar de Andalucía, s.f. ; Pulido, 2023).

Beneficios y oportunidades del oleoturismo

La apuesta por el oleoturismo supone un gran abanico de beneficios y oportunidades para los destinos, su tejido empresarial y la población local. En primer lugar, se configura como una gran estrategia en sí misma de desarrollo del medio rural a través del turismo. Además, se alza como una opción para diversificar la actividad económica y una oportunidad para obtener ingresos adicionales, sin sustituir las actividades tradicionales. Consecuentemente, permite la creación de nuevas empresas y la generación de empleo cosa que, a su vez, ayuda a frenar el éxodo rural que sufren muchas zonas de interior en España.

A nivel nacional, la apuesta por el oleoturismo puede ayudar a desestacionalizar la demanda turística del país, ya que los mayores volúmenes de demanda de estos productos y experiencias se producen durante los meses de octubre, noviembre, abril y mayo (Pulido-Fernández, Casado-Montilla y Carrillo-Hidalgo, 2021).

Finalmente, se caracteriza por ser una propuesta turística relacionada con la salud y el bienestar y claramente vinculada con la sostenibilidad ya que, a grandes rasgos, permite una redistribución de los ingresos generados por el turismo, contribuye a ensalzar y proteger los valores del territorio y su patrimonio natural y, en tercer lugar, confiere importancia a la cultura del aceite de oliva, a las actividades tradicionales de los municipios productores y, en general, a la cultura local, lo que crea una voluntad por compartirla y protegerla.

Oferta actual: principales retos a los que se enfrenta

Actualmente, la oferta de experiencias oleoturísticas está compuesta principalmente por actividades consistentes en degustaciones y catas de aceite, visitas guiadas a las almazaras y compras y degustación de productos en oleotecas y tiendas gourmet. Por otro lado, aunque en menor medida, destaca también la creación de rutas del aceite y de museos en torno a este valioso producto.

Sin embargo, pese a que se trata de un sector en auge, se viene desarrollando, en gran parte, a partir del mimetismo del exitoso ejemplo del enoturismo, lo que puede conllevar a que se empiecen a percibir ciertos atisbos de homogeneidad en cuanto al tipo de productos, servicios y experiencias que se ofrecen al visitante. Por ello, uno de los retos principales del sector será conformar una oferta oleoturística que apueste por la diferenciación y aporte valor añadido a sus públicos, trabajando en unos valores y un relato que les confiera un atractivo igual o superior.

Si bien es cierto que existe un gran interés por asegurar la calidad de este producto, prueba de ello es su reconocimiento a partir de los sistemas D.O.P. e I.G.P., algunas de las debilidades que se observan en la oferta de carácter oleoturístico y a las que se deberá de hacer frente son la escasez de uso y familiarización con las TICs y la digitalización, la débil formación y capacitación del tejido empresarial en atención al cliente y la falta de adaptación a criterios de accesibilidad universal, entre otros.

Por otro lado, la orientación de este sector a los públicos internacionales es un reto por abordar, puesto que su familiarización con el aceite es menor debido a que no se encuentra entre sus productos de consumo común. Por lo tanto, se deberán aunar esfuerzos en la confección, valorización y posicionamiento del producto oleoturístico en estos mercados.

De igual modo, la incipiente proliferación de rutas del aceite hace emerger otro reto que es necesario abordar: trabajar para darles coherencia, articular esta oferta para que las rutas no se conviertan en meras listas de museos y sitios a visitar, sino que tengan un hilo conductor y se relacionen con el resto del territorio y servicios turísticos. El trabajo en red de los agentes oleícolas y turísticos de los destinos será crucial para asegurar el éxito de la propuesta oleoturística.

Entre muchos otros retos, cabe destacar también la creación de una marca propia o la comercialización del oleoturismo como producto por sí solo.

Haz realidad tu proyecto oleoturístico de la mano de DINAMIZA

Si tras leer este post tienes inquietudes acerca del oleoturismo, quieres conferirle valor a tu oferta, reposicionar tu marca oleoturística o hacer frente a los retos del sector, no dudes en contactar con nuestro equipo de expertos, estaremos encantados de guiarte en el proceso.

Otros destinos ya han dado un paso adelante en el impulso y la consolidación de su oferta oleoturística con nosotros. Un claro ejemplo de ello es la reciente articulación de la experiencia “Oleoturismo en España” impulsada conjuntamente por la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO) y las diputaciones de Jaén, Córdoba, Sevilla, Huelva, Ciudad Real, Badajoz, Cáceres y Tarragona, entidades para las que DINAMIZA ha desarrollado un proyecto para la Convocatoria Experiencias Turismo de España que ha obtenido una ayuda de 1,1 Mio de Euros. 

Y tú, ¿te sumas a la oleo-revolución?

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16 noviembre, 2023

El despegue del oleoturismo, reflexiones sobre un producto turístico en auge

  • España es el primer productor de aceite de oliva y cuenta con extraordinarios y muy diversos recursos para el impulso de la actividad oleoturística.

  • El oleoturismo es un gran aliado para impulsar el desarrollo del medio rural, diversificar la actividad económica y generar empleo en los territorios oleícolas, desestacionalizar la demanda turística y fomentar la sostenibilidad en todos sus ámbitos.

  • El gran reto: crear una propuesta turística a la altura de un valiosísimo producto como el aceite, irreemplazable en nuestra gastronomía y estilo de vida.

El auge del oleoturismo

En su afán por diversificar la oferta turística de nuestro país, el turismo viene experimentando desde hace años la aparición de nuevas tipologías turísticas que permitan cubrir las necesidades y satisfacer las expectativas de los diferentes y muy variados segmentos que conforman su demanda. Entre ellas encontramos el turismo gastronómico, el enológico y, más recientemente, el oleoturismo que, de forma breve, puede definirse como:

Un viaje de ocio, o de negocios, que requiere necesariamente, al menos, de una pernoctación por parte del viajero, cuyo desplazamiento está motivado por el conjunto de actividades cuya base es el aceite de oliva y la cultura, el patrimonio, el paisaje y las costumbres de la población que giran a su alrededor (Pulido-Fernández, Casado-Montilla y Carrillo-Hidalgo, 2019, p. 71).

El aceite de oliva es uno de los mayores exponentes de la dieta mediterránea y de nuestra gastronomía, siendo además uno de los grandes activos de la marca España. Por ello, no resulta sorprendente que, en nuestro país, así como en algunos países mediterráneos vecinos, exista una singular cultura ligada al aceite, su producción y su consumo. En este sentido, el territorio se alza como un componente determinante a la hora de valorizar este producto, siendo el medio rural una parte intrínseca de su día a día, de sus gentes y, por lo tanto, también de la experiencia oleoturística.

El olivar y su paisaje son una herencia común de la cultura mediterránea y forman parte de la identidad de numerosos municipios. La interacción a lo largo del tiempo entre el ser humano y el medio natural en estos entornos les ha conferido el valor de paisajes culturales. Tal es la importancia de este hecho que regiones como Andalucía quieren promover que el paisaje del olivar sea incluido en la Lista Indicativa Española de Patrimonio Mundial como candidato a ser declarados por la UNESCO Patrimonio Mundial como Paisaje Cultural Agrario, iniciativa que podría tener un gran impacto en el desarrollo del oleoturismo (Paisajes del Olivar de Andalucía, s.f. ; Pulido, 2023).

Beneficios y oportunidades del oleoturismo

La apuesta por el oleoturismo supone un gran abanico de beneficios y oportunidades para los destinos, su tejido empresarial y la población local. En primer lugar, se configura como una gran estrategia en sí misma de desarrollo del medio rural a través del turismo. Además, se alza como una opción para diversificar la actividad económica y una oportunidad para obtener ingresos adicionales, sin sustituir las actividades tradicionales. Consecuentemente, permite la creación de nuevas empresas y la generación de empleo cosa que, a su vez, ayuda a frenar el éxodo rural que sufren muchas zonas de interior en España.

A nivel nacional, la apuesta por el oleoturismo puede ayudar a desestacionalizar la demanda turística del país, ya que los mayores volúmenes de demanda de estos productos y experiencias se producen durante los meses de octubre, noviembre, abril y mayo (Pulido-Fernández, Casado-Montilla y Carrillo-Hidalgo, 2021).

Finalmente, se caracteriza por ser una propuesta turística relacionada con la salud y el bienestar y claramente vinculada con la sostenibilidad ya que, a grandes rasgos, permite una redistribución de los ingresos generados por el turismo, contribuye a ensalzar y proteger los valores del territorio y su patrimonio natural y, en tercer lugar, confiere importancia a la cultura del aceite de oliva, a las actividades tradicionales de los municipios productores y, en general, a la cultura local, lo que crea una voluntad por compartirla y protegerla.

Oferta actual: principales retos a los que se enfrenta

Actualmente, la oferta de experiencias oleoturísticas está compuesta principalmente por actividades consistentes en degustaciones y catas de aceite, visitas guiadas a las almazaras y compras y degustación de productos en oleotecas y tiendas gourmet. Por otro lado, aunque en menor medida, destaca también la creación de rutas del aceite y de museos en torno a este valioso producto.

Sin embargo, pese a que se trata de un sector en auge, se viene desarrollando, en gran parte, a partir del mimetismo del exitoso ejemplo del enoturismo, lo que puede conllevar a que se empiecen a percibir ciertos atisbos de homogeneidad en cuanto al tipo de productos, servicios y experiencias que se ofrecen al visitante. Por ello, uno de los retos principales del sector será conformar una oferta oleoturística que apueste por la diferenciación y aporte valor añadido a sus públicos, trabajando en unos valores y un relato que les confiera un atractivo igual o superior.

Si bien es cierto que existe un gran interés por asegurar la calidad de este producto, prueba de ello es su reconocimiento a partir de los sistemas D.O.P. e I.G.P., algunas de las debilidades que se observan en la oferta de carácter oleoturístico y a las que se deberá de hacer frente son la escasez de uso y familiarización con las TICs y la digitalización, la débil formación y capacitación del tejido empresarial en atención al cliente y la falta de adaptación a criterios de accesibilidad universal, entre otros.

Por otro lado, la orientación de este sector a los públicos internacionales es un reto por abordar, puesto que su familiarización con el aceite es menor debido a que no se encuentra entre sus productos de consumo común. Por lo tanto, se deberán aunar esfuerzos en la confección, valorización y posicionamiento del producto oleoturístico en estos mercados.

De igual modo, la incipiente proliferación de rutas del aceite hace emerger otro reto que es necesario abordar: trabajar para darles coherencia, articular esta oferta para que las rutas no se conviertan en meras listas de museos y sitios a visitar, sino que tengan un hilo conductor y se relacionen con el resto del territorio y servicios turísticos. El trabajo en red de los agentes oleícolas y turísticos de los destinos será crucial para asegurar el éxito de la propuesta oleoturística.

Entre muchos otros retos, cabe destacar también la creación de una marca propia o la comercialización del oleoturismo como producto por sí solo.

Haz realidad tu proyecto oleoturístico de la mano de DINAMIZA

Si tras leer este post tienes inquietudes acerca del oleoturismo, quieres conferirle valor a tu oferta, reposicionar tu marca oleoturística o hacer frente a los retos del sector, no dudes en contactar con nuestro equipo de expertos, estaremos encantados de guiarte en el proceso.

Otros destinos ya han dado un paso adelante en el impulso y la consolidación de su oferta oleoturística con nosotros. Un claro ejemplo de ello es la reciente articulación de la experiencia “Oleoturismo en España” impulsada conjuntamente por la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO) y las diputaciones de Jaén, Córdoba, Sevilla, Huelva, Ciudad Real, Badajoz, Cáceres y Tarragona, entidades para las que DINAMIZA ha desarrollado un proyecto para la Convocatoria Experiencias Turismo de España que ha obtenido una ayuda de 1,1 Mio de Euros. 

Y tú, ¿te sumas a la oleo-revolución?

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