Es una realidad que ir de compras y hacer turismo (incluidas las visitas de un día) tienen mucho en común. En las zonas turísticas, las tiendas y el turismo se alimentan de modo recíproco, y un buen turismo proporciona clientes potenciales a los minoristas, creando empleo en las tiendas y la actividad comercial genera actividad económica en la hostelería, alojamientos, etc..
De cara a profundizar y analizar las principales tendencias de este tipo de turismo, la Organización Mundial del Turismo ha presentado recientemente un informe global sobre el Turismo de Compras, en el que además de estudiar varios casos de éxito de destinos de turismo de compras, propone las líneas de trabajo a seguir por los destinos para desarrollar este tipo de turismo, es decir, los principales factores de éxito para desarrollar el turismo de compras.
Si analizamos en detalle este informe, se pone de manifiesto el incremento del número de turistas que viaja con el objetivo de ir de compras. Motivados prioritariamente por factores como el precio o el producto, cuentan también otros aspectos, como el atractivo del destino turístico, que forma parte del proceso de decisiones en la planificación del viaje.
Se profundiza en este segmento turístico desde el enfoque no solo de productos, sino de lugares de consumo, de espacios y de tiempo. Además, se analizan casos de éxito en el desarrollo de destinos en torno a este tipo de turismo, como Nueva York, Londres o Barcelona, en los que la experiencia de compra es la piedra angular del sistema turístico del destino.
Asimismo, se recogen una serie de factores clave sobre los que habrá que centrar los esfuerzos públicos y privados a la hora de poder asegurar una oferta turística comercial atractiva para los visitantes, maximizando el gasto y asegurando que este hecho beneficie a todo el sistema turístico de un destino, es decir, a visitantes, residentes locales, operadores y proveedores de servicios turísticos, administración pública, organizaciones turísticas, etc. Estos factores clave son:
Accesibilidad: buena conectividad aérea y agilidad en el sistema de visados para el turista.
Infraestructura: conexiones seguras y eficientes transportes locales, aparcamientos, y suministros de energía a empresas.
Seguridad: Estabilidad política y social, seguridad contra los ataques terroristas, violencia y delitos menores controlados.
Limpieza y embellecimiento urbano: abastecimiento y mantenimiento de zonas comerciales, mobiliario urbano,…
Marketing y promoción del destino: investigación efectiva, planificación y ejecución de planes de marketing.
Cadena de valor de turismo conectada: atraer otros agentes turísticos a la mesa (alojamiento, transporte, atracciones para los visitantes…).
Investigación y desarrollo: hacer estudios de demanda sobre el perfil del visitante, tendencias de consumo, evolución del mercado; comprometerse con todo las partes interesadas y compartir información.
Regularización: Mantener un enfoque abierto y flexible de los horarios comerciales de negocios y de los impuestos; asegurar la aplicación rigurosa de la legislación de las normas comerciales.
Formación y educación: Participar en programas de formación y profesionalización para incrementar la competitividad de los recursos humanos del destino.
En este contexto, se puede comprobar que la dinamización de los sectores Turismo y Comercio pasará por unir sus fuerzas como motores de desarrollo económico, apostando por el establecimiento de alianzas público privadas. El turismo y el comercio experiencial deberán provocar que el turista/comprador se sienta diferente y especial, por tanto, el comercio, al igual que el turismo, deberá innovar en su oferta y adaptarse a las nuevas necesidades de la demanda.
Es una realidad que ir de compras y hacer turismo (incluidas las visitas de un día) tienen mucho en común. En las zonas turísticas, las tiendas y el turismo se alimentan de modo recíproco, y un buen turismo proporciona clientes potenciales a los minoristas, creando empleo en las tiendas y la actividad comercial genera actividad económica en la hostelería, alojamientos, etc..
De cara a profundizar y analizar las principales tendencias de este tipo de turismo, la Organización Mundial del Turismo ha presentado recientemente un informe global sobre el Turismo de Compras, en el que además de estudiar varios casos de éxito de destinos de turismo de compras, propone las líneas de trabajo a seguir por los destinos para desarrollar este tipo de turismo, es decir, los principales factores de éxito para desarrollar el turismo de compras.
Si analizamos en detalle este informe, se pone de manifiesto el incremento del número de turistas que viaja con el objetivo de ir de compras. Motivados prioritariamente por factores como el precio o el producto, cuentan también otros aspectos, como el atractivo del destino turístico, que forma parte del proceso de decisiones en la planificación del viaje.
Se profundiza en este segmento turístico desde el enfoque no solo de productos, sino de lugares de consumo, de espacios y de tiempo. Además, se analizan casos de éxito en el desarrollo de destinos en torno a este tipo de turismo, como Nueva York, Londres o Barcelona, en los que la experiencia de compra es la piedra angular del sistema turístico del destino.
Asimismo, se recogen una serie de factores clave sobre los que habrá que centrar los esfuerzos públicos y privados a la hora de poder asegurar una oferta turística comercial atractiva para los visitantes, maximizando el gasto y asegurando que este hecho beneficie a todo el sistema turístico de un destino, es decir, a visitantes, residentes locales, operadores y proveedores de servicios turísticos, administración pública, organizaciones turísticas, etc. Estos factores clave son:
Accesibilidad: buena conectividad aérea y agilidad en el sistema de visados para el turista.
Infraestructura: conexiones seguras y eficientes transportes locales, aparcamientos, y suministros de energía a empresas.
Seguridad: Estabilidad política y social, seguridad contra los ataques terroristas, violencia y delitos menores controlados.
Limpieza y embellecimiento urbano: abastecimiento y mantenimiento de zonas comerciales, mobiliario urbano,…
Marketing y promoción del destino: investigación efectiva, planificación y ejecución de planes de marketing.
Cadena de valor de turismo conectada: atraer otros agentes turísticos a la mesa (alojamiento, transporte, atracciones para los visitantes…).
Investigación y desarrollo: hacer estudios de demanda sobre el perfil del visitante, tendencias de consumo, evolución del mercado; comprometerse con todo las partes interesadas y compartir información.
Regularización: Mantener un enfoque abierto y flexible de los horarios comerciales de negocios y de los impuestos; asegurar la aplicación rigurosa de la legislación de las normas comerciales.
Formación y educación: Participar en programas de formación y profesionalización para incrementar la competitividad de los recursos humanos del destino.
En este contexto, se puede comprobar que la dinamización de los sectores Turismo y Comercio pasará por unir sus fuerzas como motores de desarrollo económico, apostando por el establecimiento de alianzas público privadas. El turismo y el comercio experiencial deberán provocar que el turista/comprador se sienta diferente y especial, por tanto, el comercio, al igual que el turismo, deberá innovar en su oferta y adaptarse a las nuevas necesidades de la demanda.
