Hoy en día es innegable la creciente preocupación a nivel global por el desarrollo sostenible. La sostenibilidad es una faceta o característica intrínseca en el progreso de cualquier tipología de turismo y, en consecuencia, en la evolución de los destinos y empresas turísticas.
Para que la actividad turística actual no comprometa el desarrollo futuro de los territorios y su entorno, es necesario encontrar un equilibrio entre las tres dimensiones de la sostenibilidad (medioambiental, económica y sociocultural). De esta forma, las generaciones futuras podrán disfrutar de la actividad turística en las mismas condiciones en las que lo hacen las presentes.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030
De cara a poder lograr esta situación, en septiembre de 2015, 193 Estados Miembros de Naciones Unidas aprobaron la llamada Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Esta incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, más conocidos por sus siglas ODS, que se desglosan en un total de 169 metas a alcanzar, enfocadas en la construcción de un mundo sostenible en el que se dé el mismo valor a la sostenibilidad del medio ambiente, la inclusión social y el desarrollo económico (Fondo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, 2018).
El precedente inmediato de los ODS fue la Declaración del Milenio y sus ocho Objetivos del Milenio (ODM) a alcanzar antes de 2015. Estos ofrecieron por primera vez un discurso común para alcanzar este acuerdo global, pero trabajaban las metas solo en los países en desarrollo. En cambio, con los ODS se asume que todos los problemas están interconectados y hay que abordarlos de manera global, comprometiendo así por primera vez a todos los países del mundo, los cuales fijan sus propias metas nacionales (Unicef, s.f.).
Turismo gastronómico, un aliado en la gestión del turismo sostenible
Ante esta realidad, los destinos y empresas turísticas buscan recursos y elementos que les permitan evolucionar de forma sostenible. En este sentido, han encontrado en el fomento del turismo gastronómico un aliado para favorecer la gestión turística sostenible.
Los motivos que apoyan esta realidad son numerosos, pero el principal es que el turismo gastronómico fomenta el equilibrio entre los tres grandes ámbitos de la sostenibilidad, ya que no pueden entenderse el mismo sin el respeto al medio ambiente y a las tradiciones locales, la protección del tejido social y la estabilidad económica.
En primer lugar, una buena estrategia de turismo gastronómico favorece el consumo de productos de proximidad, Km 0 y productos de temporada, evitando así los intermediarios y acortando la cadena de distribución, hechos que aportan un mayor beneficio a los productores locales.
Además, al ser una actividad transversal, maximiza la distribución de estos beneficios derivados del turismo en las comunidades receptoras y empodera a todos los participantes de la cadena de valor enogastronómica, aspecto que refuerza la identidad y el sentido de pertenencia, preservando la autenticidad del lugar (OMT y BCC, 2019). De esta forma, unos destinos impulsarán el enoturismo, otros el oleoturismo, mientras que otros fomentarán el turismo gastronómico multiproducto.
Esta puesta en valor de los productos locales favorece el mantenimiento de determinados cultivos, beneficiando a la biodiversidad del territorio y ayudando a la conservación de determinados paisajes (CETT, 2020), como el del olivo o el del viñedo, por ejemplo.
Además, en el desarrollo del turismo gastronómico, el sector primario tiene un papel fundamental, lo que favorece la consideración de nuevos agentes en el destino turístico, contribuyendo también al equilibrio territorial, así como a la puesta en valor de oficios centenarios e incluso milenarios vinculados a la producción y elaboración de productos agroalimentarios. Gracias a ello, se contribuye al desarrollo de las zonas rurales, impulsando la actividad turística en pequeños municipios que ven pobladas sus calles y llenos sus negocios gracias al turismo.
Siguiendo esta misma línea, el turismo gastronómico contribuye muy positivamente a la conservación del patrimonio cultural, tradiciones, fiestas y folklore, e historias vinculadas con los productos locales, elementos inmateriales que favorecen la creación de un relato de marca (CETT, 2020), ya sea en un destino o una empresa turística.
Por otra parte, el turismo gastronómico favorece la desestacionalización de la demanda y, en consecuencia, impulsa una mayor estabilidad en el empleo turístico.
Impulsa la gestión sostenible de tu destino o empresa turística con Dinamiza
Si te preocupa el futuro con el que se encontrarán las próximas generaciones, sin duda quieres buscar la mejor forma para ofrecer a los turistas de tu destino o a los clientes de tu empresa productos, servicios y experiencias o eventos sostenibles, responsables y comprometidos con la Agenda 2030 y los ODS.
Trabajar con una perspectiva de sostenibilidad te ofrece nuevas oportunidades y ventajas competitivas que aportarán un inmenso valor añadido a tu oferta, imprescindible para dirigirte a un mercado cada vez más concienciado en este ámbito.
Por ello, desde Dinamiza te ayudamos a crear y desarrollar tu oferta turística gastronómica bajo el enfoque de sostenibilidad y encontrando el equilibrio entre sus tres dimensiones: dándole valor al territorio donde se implantan y a los agentes involucrados, reduciendo e incluso eliminando la generación de residuos, fomentando una huella de carbono neutral, usando productos Km 0 y de temporada, o dando prioridad a los proveedores locales, entre otras acciones.
¡No dudes en sumarte a la «revolución gastro-sostenible»! En Dinamiza estaremos encantados acompañarte en el proceso.
Hoy en día es innegable la creciente preocupación a nivel global por el desarrollo sostenible. La sostenibilidad es una faceta o característica intrínseca en el progreso de cualquier tipología de turismo y, en consecuencia, en la evolución de los destinos y empresas turísticas.
Para que la actividad turística actual no comprometa el desarrollo futuro de los territorios y su entorno, es necesario encontrar un equilibrio entre las tres dimensiones de la sostenibilidad (medioambiental, económica y sociocultural). De esta forma, las generaciones futuras podrán disfrutar de la actividad turística en las mismas condiciones en las que lo hacen las presentes.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030
De cara a poder lograr esta situación, en septiembre de 2015, 193 Estados Miembros de Naciones Unidas aprobaron la llamada Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Esta incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, más conocidos por sus siglas ODS, que se desglosan en un total de 169 metas a alcanzar, enfocadas en la construcción de un mundo sostenible en el que se dé el mismo valor a la sostenibilidad del medio ambiente, la inclusión social y el desarrollo económico (Fondo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, 2018).
El precedente inmediato de los ODS fue la Declaración del Milenio y sus ocho Objetivos del Milenio (ODM) a alcanzar antes de 2015. Estos ofrecieron por primera vez un discurso común para alcanzar este acuerdo global, pero trabajaban las metas solo en los países en desarrollo. En cambio, con los ODS se asume que todos los problemas están interconectados y hay que abordarlos de manera global, comprometiendo así por primera vez a todos los países del mundo, los cuales fijan sus propias metas nacionales (Unicef, s.f.).
Turismo gastronómico, un aliado en la gestión del turismo sostenible
Ante esta realidad, los destinos y empresas turísticas buscan recursos y elementos que les permitan evolucionar de forma sostenible. En este sentido, han encontrado en el fomento del turismo gastronómico un aliado para favorecer la gestión turística sostenible.
Los motivos que apoyan esta realidad son numerosos, pero el principal es que el turismo gastronómico fomenta el equilibrio entre los tres grandes ámbitos de la sostenibilidad, ya que no pueden entenderse el mismo sin el respeto al medio ambiente y a las tradiciones locales, la protección del tejido social y la estabilidad económica.
En primer lugar, una buena estrategia de turismo gastronómico favorece el consumo de productos de proximidad, Km 0 y productos de temporada, evitando así los intermediarios y acortando la cadena de distribución, hechos que aportan un mayor beneficio a los productores locales.
Además, al ser una actividad transversal, maximiza la distribución de estos beneficios derivados del turismo en las comunidades receptoras y empodera a todos los participantes de la cadena de valor enogastronómica, aspecto que refuerza la identidad y el sentido de pertenencia, preservando la autenticidad del lugar (OMT y BCC, 2019). De esta forma, unos destinos impulsarán el enoturismo, otros el oleoturismo, mientras que otros fomentarán el turismo gastronómico multiproducto.
Esta puesta en valor de los productos locales favorece el mantenimiento de determinados cultivos, beneficiando a la biodiversidad del territorio y ayudando a la conservación de determinados paisajes (CETT, 2020), como el del olivo o el del viñedo, por ejemplo.
Además, en el desarrollo del turismo gastronómico, el sector primario tiene un papel fundamental, lo que favorece la consideración de nuevos agentes en el destino turístico, contribuyendo también al equilibrio territorial, así como a la puesta en valor de oficios centenarios e incluso milenarios vinculados a la producción y elaboración de productos agroalimentarios. Gracias a ello, se contribuye al desarrollo de las zonas rurales, impulsando la actividad turística en pequeños municipios que ven pobladas sus calles y llenos sus negocios gracias al turismo.
Siguiendo esta misma línea, el turismo gastronómico contribuye muy positivamente a la conservación del patrimonio cultural, tradiciones, fiestas y folklore, e historias vinculadas con los productos locales, elementos inmateriales que favorecen la creación de un relato de marca (CETT, 2020), ya sea en un destino o una empresa turística.
Por otra parte, el turismo gastronómico favorece la desestacionalización de la demanda y, en consecuencia, impulsa una mayor estabilidad en el empleo turístico.
Impulsa la gestión sostenible de tu destino o empresa turística con Dinamiza
Si te preocupa el futuro con el que se encontrarán las próximas generaciones, sin duda quieres buscar la mejor forma para ofrecer a los turistas de tu destino o a los clientes de tu empresa productos, servicios y experiencias o eventos sostenibles, responsables y comprometidos con la Agenda 2030 y los ODS.
Trabajar con una perspectiva de sostenibilidad te ofrece nuevas oportunidades y ventajas competitivas que aportarán un inmenso valor añadido a tu oferta, imprescindible para dirigirte a un mercado cada vez más concienciado en este ámbito.
Por ello, desde Dinamiza te ayudamos a crear y desarrollar tu oferta turística gastronómica bajo el enfoque de sostenibilidad y encontrando el equilibrio entre sus tres dimensiones: dándole valor al territorio donde se implantan y a los agentes involucrados, reduciendo e incluso eliminando la generación de residuos, fomentando una huella de carbono neutral, usando productos Km 0 y de temporada, o dando prioridad a los proveedores locales, entre otras acciones.
¡No dudes en sumarte a la «revolución gastro-sostenible»! En Dinamiza estaremos encantados acompañarte en el proceso.
