Está claro que la situación no parece sencilla para nadie en estos momentos y el sector turístico no es una excepción. Empresas, destinos y los distintos agentes implicados nos vemos inmersos en un entorno poco propicio para el optimismo, pero quedarnos quietos no nos lleva a ningún sitio (ni tampoco va a venir nadie a salvarnos).
¿Qué hacer? Posiblemente no vamos a dar una receta magistral pero no bajemos los brazos y busquemos algunas medidas para buscar soluciones. ¿Porqué no compartirlas con vosotros?
1. Lamentarnos no nos lleva a ningún sitio, consolarnos con los males ajenos… tampoco, Santa Rita…. no nos va a echar una mano, así que, antes de nada, contagiémonos de optimismo e ilusión que son buenos compañeros de viaje. Y en el sector turístico mucho más, ya sabéis el negocio de la felicidad que decía el profe Chias (d.e.p.)
2. Hablemos con nuestros clientes, siempre hay que hacerlo, conozcámoslos mejor, identifiquemos lo que necesitan y vamos a buscar soluciones para dárselo. Soluciones, no problemas, ni penas, tampoco, para ello ya están los informativos. Vienen a disfrutar, a pasarlo bien. Hay 1000 fórmulas para conseguirlo, aprovechemos las nuevas tecnologías y las redes sociales.
3. Además vamos a hacerlo por un precio adecuado, un precio que no esté por debajo de los costes de producción y nos permitan obtener un beneficio, por pequeño que sea. Para perder dinero, estémonos quietos, dejémoslo en manos de competidores. Sé fiel a tus principios. No renuncies a la calidad de tu servicio por cuestión de precio. Hay cosas inaceptables.
4. Esto es la guerra, sí, es la guerra. Demasiados disparos se escuchan en el campo. Pero también existe el amor y el “buen rollito”. ¿Habéis visto el anuncio de Coca Cola?. Optimismo puro. No entremos en la guerra, busquemos otros campos propicios, demostremos nuestras bondades y dejemos el campo de batalla para otros.
5. Innovemos, desarrollemos propuestas con ingenio, para satisfacer a nuestros públicos. No cuesta tanto. Es posible ser diferentes. Es el momento de hacerlo. Estamos obligados, el mercado no está nada fácil. Seamos ingeniosos y creativos, busquemos servicios originales, si no tienen un gran consumo, nos darán notoriedad. Merece la pena.
6. Busca soluciones ganar-ganar con buenos compañeros de viaje, con valores similares a los tuyos. Asóciate, intégrate en redes (que valgan la pena). Es el momento de fomentar la cooperación y las alianzas. Se llega mucho más lejos y el camino es más fructífero y enriquecedor. Es también el momento de la colaboración público-privada, pero de verdad, que no quede en palabras.
7. El hecho de que te vayan bien o mal las cosas no solo es cuestión del mercado y del entorno, también de nuestros aciertos y errores. Reforcemos los primeros y aprendamos de los segundos. Ahora tenemos más tiempo para pensar. Reflexiones sobre lo que hemos hecho mal y cambiemos, si no, vamos a obtener los mismos resultados.
8. Mantente vivo, tienes que estar presente en el mercado, moverte, si te estás quieto no conseguirás nada. Hay cosas que no parecen tener interés pero puedes encontrar una relación con tu negocio. Tienes que estar ahí.
9. Y por supuesto, no te olvides de la calidad de tu servicio, provócales la sonrisa y consigue su satisfacción. Este es el sector turístico, mímalos, agradece que te hayan elegido. Es la mejor fórmula para retenerlos, nunca habíamos valorado tanto su fidelidad.
Son sólo unas ideas. Seguro que a vosotros se os ocurren otras muchas y también queréis compartirlas. Como siempre encantados de recibir vuestros comentarios y aportaciones!
Está claro que la situación no parece sencilla para nadie en estos momentos y el sector turístico no es una excepción. Empresas, destinos y los distintos agentes implicados nos vemos inmersos en un entorno poco propicio para el optimismo, pero quedarnos quietos no nos lleva a ningún sitio (ni tampoco va a venir nadie a salvarnos).
¿Qué hacer? Posiblemente no vamos a dar una receta magistral pero no bajemos los brazos y busquemos algunas medidas para buscar soluciones. ¿Porqué no compartirlas con vosotros?
1. Lamentarnos no nos lleva a ningún sitio, consolarnos con los males ajenos… tampoco, Santa Rita…. no nos va a echar una mano, así que, antes de nada, contagiémonos de optimismo e ilusión que son buenos compañeros de viaje. Y en el sector turístico mucho más, ya sabéis el negocio de la felicidad que decía el profe Chias (d.e.p.)
2. Hablemos con nuestros clientes, siempre hay que hacerlo, conozcámoslos mejor, identifiquemos lo que necesitan y vamos a buscar soluciones para dárselo. Soluciones, no problemas, ni penas, tampoco, para ello ya están los informativos. Vienen a disfrutar, a pasarlo bien. Hay 1000 fórmulas para conseguirlo, aprovechemos las nuevas tecnologías y las redes sociales.
3. Además vamos a hacerlo por un precio adecuado, un precio que no esté por debajo de los costes de producción y nos permitan obtener un beneficio, por pequeño que sea. Para perder dinero, estémonos quietos, dejémoslo en manos de competidores. Sé fiel a tus principios. No renuncies a la calidad de tu servicio por cuestión de precio. Hay cosas inaceptables.
4. Esto es la guerra, sí, es la guerra. Demasiados disparos se escuchan en el campo. Pero también existe el amor y el “buen rollito”. ¿Habéis visto el anuncio de Coca Cola?. Optimismo puro. No entremos en la guerra, busquemos otros campos propicios, demostremos nuestras bondades y dejemos el campo de batalla para otros.
5. Innovemos, desarrollemos propuestas con ingenio, para satisfacer a nuestros públicos. No cuesta tanto. Es posible ser diferentes. Es el momento de hacerlo. Estamos obligados, el mercado no está nada fácil. Seamos ingeniosos y creativos, busquemos servicios originales, si no tienen un gran consumo, nos darán notoriedad. Merece la pena.
6. Busca soluciones ganar-ganar con buenos compañeros de viaje, con valores similares a los tuyos. Asóciate, intégrate en redes (que valgan la pena). Es el momento de fomentar la cooperación y las alianzas. Se llega mucho más lejos y el camino es más fructífero y enriquecedor. Es también el momento de la colaboración público-privada, pero de verdad, que no quede en palabras.
7. El hecho de que te vayan bien o mal las cosas no solo es cuestión del mercado y del entorno, también de nuestros aciertos y errores. Reforcemos los primeros y aprendamos de los segundos. Ahora tenemos más tiempo para pensar. Reflexiones sobre lo que hemos hecho mal y cambiemos, si no, vamos a obtener los mismos resultados.
8. Mantente vivo, tienes que estar presente en el mercado, moverte, si te estás quieto no conseguirás nada. Hay cosas que no parecen tener interés pero puedes encontrar una relación con tu negocio. Tienes que estar ahí.
9. Y por supuesto, no te olvides de la calidad de tu servicio, provócales la sonrisa y consigue su satisfacción. Este es el sector turístico, mímalos, agradece que te hayan elegido. Es la mejor fórmula para retenerlos, nunca habíamos valorado tanto su fidelidad.
Son sólo unas ideas. Seguro que a vosotros se os ocurren otras muchas y también queréis compartirlas. Como siempre encantados de recibir vuestros comentarios y aportaciones!