9 diciembre, 2012

20 errores a evitar en enoturismo (2ª parte)

 

Continuando con el último post  (y hasta completar la serie de 20) seguimos compartiendo, siempre bajo nuestra humilde visión del sector, otros 5 errores que debemos evitar en la gestión del enoturismo.  

 6.        No tener en cuenta el mercado: públicos objetivo y competencia.

Oímos con frecuencia “queremos que nos lleguen muchos turistas (mejor en grandes grupos) y que gasten mucho dinero”. Opinión respetable y objetivo alcanzable, por supuesto, pero para ello, debemos saber identificar nuestros públicos (perfiles, comportamiento, necesidades…), identificar segmentos y nichos concretos y desarrollar todo un plan de acción que nos permitan conseguirlo. No existen recetas mágicas. Solo trabajo y buen criterio.  Se olvida también con frecuencia que tenemos que tener un producto adecuado para estos públicos objetivo y que existen unas tendencias del mercado las cuales tenemos que tener en cuenta para conseguir el éxito en nuestra actividad.

 7.      No integrar nuestra oferta enoturística en el territorio.

Otro de los errores más frecuentes de las bodegas que se abren al mundo del enoturismo es hacerlo de manera individualista, viendo a las bodegas cercanas como competencia y enemigos a batir. A menudo, las bodegas se consideran destinos en si mismos y quieren cubrir todas las necesidades del turista (bodega + hotel + restaurante ….) , en lugar de buscar aliados en nuestro entorno (considerando como aliados también a otras bodegas). Otras veces vemos cómo presentan a lo grande su producto invitando a autoridades y olvidando a su entorno más cercano (informadores turísticos, por ejemplol). Es muy importante que tanto los agentes turísticos de nuestro territorio, como la población local, conozcan la existencia de nuestra oferta enoturística y se sientan orgullosos de ella,  para que nos puedan ayudar a comunicarla y se conviertan en nuestros prescriptores.

 

8.      No adaptarnos a cada tipo de público.

Más allá de contar un discurso estándar, es preciso conocer a nuestros visitantes (generalmente mediante unas preguntas clave ) para poder personalizar en mayor medida nuestra oferta enoturística en cada caso, nuestro proceso de prestación del servicio y la información que les hacemos llegar, antes, durante y después de su visita a nuestra bodega. No vale lo mismo para todos los públicos. La información es una herramienta muy poderosa que no podemos obviar para conseguir darle a cada público lo que busca.

 9.      No escuchar ni interactuar con el cliente.

Todavía nos encontramos con muchos discursos excesivamente egocéntricos, muy centrados en la propia bodega y poco pensados en el cliente, en lo que quiere y puede estar buscando. Es muy habitual encontrarnos con discursos estandarizados en los que el cliente ha desconectado a las primeras de cambio y no hay interacción, ni química (la cual es muy necesaria)

Enotienda DINAMIZA

10.      Disponer de una tienda que no invita a la compra

 A veces tenemos nos cuesta la tienda para visitarla, cuando debe formar parte del recorrido, obligándonos a pasar un buen rato en la misma. Para ello, lo mejor es poder realizar la degustación de los vinos en la propia tienda en los momentos finales de la visita. Y en la misma, caben más de 20 técnicas y tácticas de marketing que podemos emplear  para mejorar las ventas de vino, sobre todo como consecuencia del nivel de satisfacción del turista.

Esperamos vuestros comentarios y pronto os haremos una nueva entrega.

 

9 diciembre, 2012

20 errores a evitar en enoturismo (2ª parte)

 

Continuando con el último post  (y hasta completar la serie de 20) seguimos compartiendo, siempre bajo nuestra humilde visión del sector, otros 5 errores que debemos evitar en la gestión del enoturismo.  

 6.        No tener en cuenta el mercado: públicos objetivo y competencia.

Oímos con frecuencia “queremos que nos lleguen muchos turistas (mejor en grandes grupos) y que gasten mucho dinero”. Opinión respetable y objetivo alcanzable, por supuesto, pero para ello, debemos saber identificar nuestros públicos (perfiles, comportamiento, necesidades…), identificar segmentos y nichos concretos y desarrollar todo un plan de acción que nos permitan conseguirlo. No existen recetas mágicas. Solo trabajo y buen criterio.  Se olvida también con frecuencia que tenemos que tener un producto adecuado para estos públicos objetivo y que existen unas tendencias del mercado las cuales tenemos que tener en cuenta para conseguir el éxito en nuestra actividad.

 7.      No integrar nuestra oferta enoturística en el territorio.

Otro de los errores más frecuentes de las bodegas que se abren al mundo del enoturismo es hacerlo de manera individualista, viendo a las bodegas cercanas como competencia y enemigos a batir. A menudo, las bodegas se consideran destinos en si mismos y quieren cubrir todas las necesidades del turista (bodega + hotel + restaurante ….) , en lugar de buscar aliados en nuestro entorno (considerando como aliados también a otras bodegas). Otras veces vemos cómo presentan a lo grande su producto invitando a autoridades y olvidando a su entorno más cercano (informadores turísticos, por ejemplol). Es muy importante que tanto los agentes turísticos de nuestro territorio, como la población local, conozcan la existencia de nuestra oferta enoturística y se sientan orgullosos de ella,  para que nos puedan ayudar a comunicarla y se conviertan en nuestros prescriptores.

 

8.      No adaptarnos a cada tipo de público.

Más allá de contar un discurso estándar, es preciso conocer a nuestros visitantes (generalmente mediante unas preguntas clave ) para poder personalizar en mayor medida nuestra oferta enoturística en cada caso, nuestro proceso de prestación del servicio y la información que les hacemos llegar, antes, durante y después de su visita a nuestra bodega. No vale lo mismo para todos los públicos. La información es una herramienta muy poderosa que no podemos obviar para conseguir darle a cada público lo que busca.

 9.      No escuchar ni interactuar con el cliente.

Todavía nos encontramos con muchos discursos excesivamente egocéntricos, muy centrados en la propia bodega y poco pensados en el cliente, en lo que quiere y puede estar buscando. Es muy habitual encontrarnos con discursos estandarizados en los que el cliente ha desconectado a las primeras de cambio y no hay interacción, ni química (la cual es muy necesaria)

Enotienda DINAMIZA

10.      Disponer de una tienda que no invita a la compra

 A veces tenemos nos cuesta la tienda para visitarla, cuando debe formar parte del recorrido, obligándonos a pasar un buen rato en la misma. Para ello, lo mejor es poder realizar la degustación de los vinos en la propia tienda en los momentos finales de la visita. Y en la misma, caben más de 20 técnicas y tácticas de marketing que podemos emplear  para mejorar las ventas de vino, sobre todo como consecuencia del nivel de satisfacción del turista.

Esperamos vuestros comentarios y pronto os haremos una nueva entrega.