1 marzo, 2013

20 (+1) errores a evitar en enoturismo (4ª parte)

 

ENOTURISMO DINAMIZA

Retomando la colección de errores en enoturismo  (y hasta completar la serie de 20) seguimos compartiendo, siempre bajo nuestra humilde visión del sector, otros 5 errores que debemos evitar en la gestión del enoturismo.  

16.        No utilizar las redes sociales en la promoción de la actividad enoturística de nuestra bodega

 Sabemos que el perfil del enoturista (según los estudios del Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España), utiliza internet para la planificación de su viaje, por lo que nuestra presencia en este medio tanto en la etapa de inspiración como en la etapa de planificación es clave. Las redes sociales nos abren un canal de comunicación directo con el público, tanto con nuestros clientes reales como potenciales, a un coste muy bajo, por lo que no hay que desaprovechar la oportunidad  que este medio nos brinda, y lanzarnos a diseñar una estrategia de marketing online. Es importante elegir en qué medios vamos a estar presentes, en función de nuestro público objetivo, y sobre todo, cuidar la imagen de marca que creemos en ellos.

17.  No gestionar nuestra reputación online.

 Conocemos también ( Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España),  que un gran porcentaje de enoturistas plantea su viaje mayoritariamente a partir de recomendaciones o sugerencias de amigos y familiares, pero también a través de opiniones de terceros,  es por ello que las redes sociales juegan un papel clave. Es importante saber quién habla de nosotros, en qué canal/es lo hace y qué está diciendo de nosotros. De esta forma, podremos saber si las opiniones que aparecen sobre nosotros son positivas o negativas, y en este último caso, podremos dar respuesta; y, si fuera el caso, emprender acciones para tratar de solucionar el problema, queja o sugerencia. La monitorización de nuestra marca en los medios sociales, a través de las opiniones de los usuarios, es la mejor forma de gestionar nuestra reputación online.

18. Esperar a que el cliente venga, en lugar de emplearse en captarlo.

Es frecuente encontrarnos con establecimientos que creen firmemente en que los  clientes llegarán por sí mismos, sin pensar que se enfrentan a un mercado muy competitivo, donde los viajeros cuentan con muchísimas alternativas a la hora de elegir qué, cómo y dónde queremos hacer Enoturismo. Hace unos años la oferta no era tan amplia y diversa.  Pero las cosas han cambiado. Es preciso moverse activamente en la búsqueda activa del cliente, por lo que no es válido “esperar a que venga” si queremos apostar realmente por el Enoturismo. ¿Qué hacer entonces? Debemos segmentar. La primera tarea será decidir quién es nuestro público objetivo, conocer dónde vamos a encontrarlo y pensar en qué forma vamos a llegar a ellos, estudiando todos los posible canales. Esto nos permitirá diseñar una estrategia de promoción y comercialización, cuyas acciones tengan como objetivo el branding, para fijarnos en la mente de los consumidores, pero también  la conversión a ventas de nuestros productos enoturísticos (vino, visitas, talleres de cata, paseos por viñedos…).

 19.   Presionar para la compra.

 Una buena atención al cliente implica no presionar  para que compre. Está claro que hay que dar salida al vino y que hay que vender. Pero hay que dejar que sea él quien marque el ritmo del proceso de compra. Tenemos que ser elegantes en la venta, una cualidad que algunos profesionales de las bodegas desarrollan a la perfección, mientras que otros quizás se los ve demasiado presionados. Esto se percibe y tiene su traslación a la cuenta de explotación enoturística.

 20.  Subcontratar servicios sin control.

En algunos de nuestros trabajos hemos visto cómo algunas bodegas subcontratan algunos servicios (restaurante, alojamiento, catering e incluso las propias visitas) y las dejan en manos de terceros sin ningún tipo de supervisión o control. Es un error poco frecuente pero muy grave.  Hemos visto tratar muy mal al propio vino de la bodega, dar una imagen pésima de servicio.  En todos los servicios ofrecidos por la bodega está en juego nuestra marca. Por ello, cuando haya que recurrir a la subcontratación de servicios, es vital trasladar a la empresa subcontratada las características del servicio de la forma más detallada posible y por supuesto ejercer un control sobre esta actividad, proporcionando pautas de mejora cuando sea necesario. Cuando el cliente acude a nuestra bodega está demostrando su confianza en nuestra marca, por lo que no podemos fallar.

20(+1) Dejar el diseño de la bodega en manos de un arquitecto de renombre

  • .

Os habíamos prometido contaros los 20 errores más habituales. Os damos uno de regalo, nuestro favorito (bonus track ;-)).  Dejarlo todo en manos del gran arquitecto. Él sabe lo que tiene que hacer, hará una bodega muy guay, con una estructura singular, nos mirarán todas las bodegas con envidia… Pues bien, hemos visto bodegas de grandes arquitectos a los que se les olvidó que la bodega iba a ser visitada, olvidando espacios como la tienda, o el parking. Se les olvidó también que debían convivir ambas actividades. Y que esto ocurra en el Siglo XXI es grave.

Las grandes obras de arquitectura constituyen uno de los mejores recursos de marketing para la bodega, tanto para la actividad enoturística como para el propio vino. Antes de invertir una millonada de euros, es importante trazar un plan de enoturismo, definir necesidades funcionales de los espacios. No demos por hecho que el arquitecto conoce nuestro negocio y cuéntenle lo que esperan de la bodega, en todos los sentidos, no le dejen trabajar a su aire. Muchas obras, de las que nos ponen como ejemplo, pese a la gran espectacularidad del exterior, no responden a necesidades reales, en algunos casos,  por no haber tenido en cuenta el proceso de elaboración del vino, en otros porque no se ha contemplado la actividad turística y en otras ocasiones porque no permiten una convivencia de ambas actividades.

Bueno, esperamos que os haya gustado «la colección de errores», haber puesto algún granito de arena para mejorar el enoturismo y estaremos encantados de recibir vuestros comentarios.

 

 

1 marzo, 2013

20 (+1) errores a evitar en enoturismo (4ª parte)

 

ENOTURISMO DINAMIZA

Retomando la colección de errores en enoturismo  (y hasta completar la serie de 20) seguimos compartiendo, siempre bajo nuestra humilde visión del sector, otros 5 errores que debemos evitar en la gestión del enoturismo.  

16.        No utilizar las redes sociales en la promoción de la actividad enoturística de nuestra bodega

 Sabemos que el perfil del enoturista (según los estudios del Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España), utiliza internet para la planificación de su viaje, por lo que nuestra presencia en este medio tanto en la etapa de inspiración como en la etapa de planificación es clave. Las redes sociales nos abren un canal de comunicación directo con el público, tanto con nuestros clientes reales como potenciales, a un coste muy bajo, por lo que no hay que desaprovechar la oportunidad  que este medio nos brinda, y lanzarnos a diseñar una estrategia de marketing online. Es importante elegir en qué medios vamos a estar presentes, en función de nuestro público objetivo, y sobre todo, cuidar la imagen de marca que creemos en ellos.

17.  No gestionar nuestra reputación online.

 Conocemos también ( Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España),  que un gran porcentaje de enoturistas plantea su viaje mayoritariamente a partir de recomendaciones o sugerencias de amigos y familiares, pero también a través de opiniones de terceros,  es por ello que las redes sociales juegan un papel clave. Es importante saber quién habla de nosotros, en qué canal/es lo hace y qué está diciendo de nosotros. De esta forma, podremos saber si las opiniones que aparecen sobre nosotros son positivas o negativas, y en este último caso, podremos dar respuesta; y, si fuera el caso, emprender acciones para tratar de solucionar el problema, queja o sugerencia. La monitorización de nuestra marca en los medios sociales, a través de las opiniones de los usuarios, es la mejor forma de gestionar nuestra reputación online.

18. Esperar a que el cliente venga, en lugar de emplearse en captarlo.

Es frecuente encontrarnos con establecimientos que creen firmemente en que los  clientes llegarán por sí mismos, sin pensar que se enfrentan a un mercado muy competitivo, donde los viajeros cuentan con muchísimas alternativas a la hora de elegir qué, cómo y dónde queremos hacer Enoturismo. Hace unos años la oferta no era tan amplia y diversa.  Pero las cosas han cambiado. Es preciso moverse activamente en la búsqueda activa del cliente, por lo que no es válido “esperar a que venga” si queremos apostar realmente por el Enoturismo. ¿Qué hacer entonces? Debemos segmentar. La primera tarea será decidir quién es nuestro público objetivo, conocer dónde vamos a encontrarlo y pensar en qué forma vamos a llegar a ellos, estudiando todos los posible canales. Esto nos permitirá diseñar una estrategia de promoción y comercialización, cuyas acciones tengan como objetivo el branding, para fijarnos en la mente de los consumidores, pero también  la conversión a ventas de nuestros productos enoturísticos (vino, visitas, talleres de cata, paseos por viñedos…).

 19.   Presionar para la compra.

 Una buena atención al cliente implica no presionar  para que compre. Está claro que hay que dar salida al vino y que hay que vender. Pero hay que dejar que sea él quien marque el ritmo del proceso de compra. Tenemos que ser elegantes en la venta, una cualidad que algunos profesionales de las bodegas desarrollan a la perfección, mientras que otros quizás se los ve demasiado presionados. Esto se percibe y tiene su traslación a la cuenta de explotación enoturística.

 20.  Subcontratar servicios sin control.

En algunos de nuestros trabajos hemos visto cómo algunas bodegas subcontratan algunos servicios (restaurante, alojamiento, catering e incluso las propias visitas) y las dejan en manos de terceros sin ningún tipo de supervisión o control. Es un error poco frecuente pero muy grave.  Hemos visto tratar muy mal al propio vino de la bodega, dar una imagen pésima de servicio.  En todos los servicios ofrecidos por la bodega está en juego nuestra marca. Por ello, cuando haya que recurrir a la subcontratación de servicios, es vital trasladar a la empresa subcontratada las características del servicio de la forma más detallada posible y por supuesto ejercer un control sobre esta actividad, proporcionando pautas de mejora cuando sea necesario. Cuando el cliente acude a nuestra bodega está demostrando su confianza en nuestra marca, por lo que no podemos fallar.

20(+1) Dejar el diseño de la bodega en manos de un arquitecto de renombre

  • .

Os habíamos prometido contaros los 20 errores más habituales. Os damos uno de regalo, nuestro favorito (bonus track ;-)).  Dejarlo todo en manos del gran arquitecto. Él sabe lo que tiene que hacer, hará una bodega muy guay, con una estructura singular, nos mirarán todas las bodegas con envidia… Pues bien, hemos visto bodegas de grandes arquitectos a los que se les olvidó que la bodega iba a ser visitada, olvidando espacios como la tienda, o el parking. Se les olvidó también que debían convivir ambas actividades. Y que esto ocurra en el Siglo XXI es grave.

Las grandes obras de arquitectura constituyen uno de los mejores recursos de marketing para la bodega, tanto para la actividad enoturística como para el propio vino. Antes de invertir una millonada de euros, es importante trazar un plan de enoturismo, definir necesidades funcionales de los espacios. No demos por hecho que el arquitecto conoce nuestro negocio y cuéntenle lo que esperan de la bodega, en todos los sentidos, no le dejen trabajar a su aire. Muchas obras, de las que nos ponen como ejemplo, pese a la gran espectacularidad del exterior, no responden a necesidades reales, en algunos casos,  por no haber tenido en cuenta el proceso de elaboración del vino, en otros porque no se ha contemplado la actividad turística y en otras ocasiones porque no permiten una convivencia de ambas actividades.

Bueno, esperamos que os haya gustado «la colección de errores», haber puesto algún granito de arena para mejorar el enoturismo y estaremos encantados de recibir vuestros comentarios.