Hace escasamente una semana nos encontrábamos en FITUR, que además de ser la feria más importante del sector turístico, es un punto de encuentro con clientes y amigos, en la que vivimos momentos de contactos profesionales, reflexiones y presentaciones de proyectos.

Concretamente tuvimos la suerte de vivir la presentación pública la Estrategia Regional de Turismo Gastronómico, a cargo del Presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago. El Presidente no dejó indiferente a nadie y realizó una muy buena presentación del proyecto, impulsado y dirigido por la Dirección General de Turismo de Extremadura, que desde Dinamiza, hemos cocinado a fuego lento contando con todos los agentes del sector.

El máximo responsable destacó la extraordinaria riqueza gastronómica de la región y destacó que es momento de ofrecerla a todos los visitantes como uno de los atractivos más destacados. En este contexto, el turismo gastronómico se presenta en la región como una oportunidad para convertirse en un importante producto turístico, habida cuenta de los excelentes y singulares productos agroalimentarios que proporciona la tierra y tener la posibilidad de ofrecer al turista descubrir el verdadero origen de los productos, los paisajes, las industrias productoras y la buena mesa.

Cada rincón de Extremadura cuenta con una tradición culinaria y gastronómica singular. La diversidad gastronómica está íntimamente ligada a la tierra fértil, al secano y al regadío, a los ríos y embalses, a la caza, a sus gentes y su modo de vida, a la tradición histórica y cultural de Extremadura, con raíces de la cultura romana, árabe, sefardí y otras civilizaciones que han dejado su huella en el uso de los productos de la región y en la elaboración de platos.

Estos rasgos diferenciales de la gastronomía de Extremadura, la diversidad de la oferta, así como las peculiaridades gastronómicas nos ofrecen la oportunidad de construir sinergias entre los sectores primario, secundario y terciario creando así una propuesta turística auténtica y fiel al territorio. Es ésta la línea de trabajo que dibuja la Estrategia Regional y que ya están poniendo de manifiesto algunos productos como el Valle de la Cereza o Valle del Jerte, la Ruta del Vino Ribera del Guadiana y la Ruta del Jamón Ibérico.

El turismo gastronómico de Extremadura permitirá por tanto la integración de todos los destinos y productos temáticos gastronómicos de la región, algunos de los cuales ya ocupan un excelente lugar en el mercado. Asimismo, contribuirá a afianzar un camino iniciado ya hace unos años, como es la construcción de una imagen de destino experiencial y fortalecerá la capacidad para captar nuevos segmentos de la demanda interesados en este producto, así como a incrementar las estancias de los públicos que eligen Extremadura por otras motivaciones.

La tradición gastronómica de Extremadura, la diversidad y la riqueza histórica, cultural y natural, junto a los singulares productos que ofrece el territorio, son los ingredientes de partida para configurar esta carta de sabores que  puede ofrecer la región.