1 julio, 2020

Planes de Sostenibilidad Turística, un nuevo instrumento para ayudar al sector.

La Secretaría de Estado de Turismo y las Comunidades Autónomas, reunidas en Comisión Sectorial extraordinaria el 25 de Junio acordaron elevar a Conferencia Sectorial los Planes de Sostenibilidad Turística en Destinos para su puesta en marcha este mismo año. Se trata de un programa incluido en el Plan de Impulso del Sector Turístico Post COVID-19, que tiene por objetivo ayudar a los gestores de los destinos para paliar los efectos de la caída de la demanda.

Desde DINAMIZA aplaudimos esta medida que, si siempre ha sido necesaria para contribuir a impulsar el desarrollo sostenible del turismo en nuestro país, en este momento es más necesario aún, si cabe. No sólo por la crisis provocada por la COVID-19 sino también por un conjunto de problemas estructurales del sector a los que es preciso dar respuesta (puesta en valor de recursos singulares y la cultura local, estacionalidad acusada en algunos destinos, saturación de algunos recursos, gentrificación…).

¡Y qué mejor que hacerlo desde el prisma de la sostenibilidad! Porque el turismo sólo puede impulsarse desde la vertiente de la sostenibilidad, como de hecho venimos haciendo desde nuestra firma en proyectos tan representativos como el Plan Regional de Turismo Sostenible de la Comunidad de Madrid y el Plan de Marketing Turístico Sostenible 2020-2030 de la provincia de Cáceres .

Teniendo en cuenta que existen aproximaciones dispares al concepto de turismo sostenible, de acuerdo al Informe de Destinos Turísticos Inteligentes (Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Secretaría de Estado de Turismo y Segittur, 2015), el turismo sostenible tiene una serie de características comunes transversales que son las siguientes:

  • La planificación del turismo sostenible debe estar basada en objetivos económicos, socioculturales y medioambientales, no sólo en estos últimos.
  • Se debe utilizar el concepto de capacidad de carga para medir las limitaciones de los recursos turísticos de un determinado territorio (algo que en el contexto que estamos viviendo cobra más relevancia aún si cabe.
  • La toma de decisiones relativa a la planificación turística debe ser fruto de un proceso participativo e incluyente, resaltando la importancia de la participación de todos los actores implicados en el turismo y también de las comunidades locales receptoras de turismo.

Consecuentemente, para poder hablar de desarrollo turístico sostenible se deben contemplar en una primera instancia las tres dimensiones básicas de la sostenibilidad:

  1. La sostenibilidad económica: el desarrollo turístico debe tener un impacto positivo en la economía del destino, beneficiando a las empresas, especialmente las locales, la mayoría de los ciudadanos y proporcionando rentabilidad al territorio.
  2. La sostenibilidad social y cultural: el desarrollo turístico debe ser compatible con los valores de las comunidades locales y alcanzar una mejora cualitativa y cuantitativa de los indicadores de bienestar social, así como una mejor difusión y conservación de los bienes culturales tangibles e intangibles que forman parte del territorio y adicionalmente del desarrollo turístico del destino.
  3. La sostenibilidad medioambiental: el desarrollo del turismo debe ser compatible con la conservación de los recursos naturales y los procesos y diversidad ecológica, asegurando que la utilización de dichos recursos naturales para el desarrollo del turismo no compromete su mantenimiento y supervivencia para su posterior utilización por parte de futuras generaciones.

Los Planes de Sostenibilidad anunciados por la Secretaría de Estado de Turismo contemplan dos líneas distintas: una dirigida a destinos pioneros, destinos que cuentan con un cierto posicionamiento en el mercado y que cuentan con necesidades concretas de renovación y reposicionamiento, y otra a destinos ubicados en áreas rurales y de interior, donde el objetivo fundamental es la creación de producto a partir de sus riquezas y singularidades con los que dinamizar estas zonas y luchar contra la despoblación.

Desde aquellos famosos Planes de Dinamización y Planes de Excelencia Turística en el marco de los Planes FUTURES I y II (1993-1999), los planes de dinamización del producto turístico del PICTE (2000-2007), y hasta los planes de competitividad del Plan Horizonte 2020 (2008-2010), no se contaba con una vía de cofinanciación del desarrollo turístico en los destinos por parte de todos los niveles de la administración turística. Una oportunidad de oro para multiplicar la inversión local, como ya ocurrió en estos planes.   Y en esta ocasión se pondrá el foco en la sostenibilidad, cuestión que aplaudimos.

Para la Secretaria de Estado de Turismo, Isabel Oliver, “la aplicación de estos planes de sostenibilidad va a contribuir a la recuperación del sector turístico tras la crisis del coronavirus y nos va a permitir reforzar su competitividad, acelerando su transformación hacia un modelo basado en la sostenibilidad y la digitalización”.

Desde DINAMIZA brindamos nuestra amplia experiencia y bagaje a los destinos interesados para elaborar verdaderos planes de sostenibilidad turística e impulsar un nuevo modelo de gobernanza en los territorios, un modelo donde prime el desarrollo sostenible y la inteligencia turística para ponerla al servicio del desarrollo turístico, y no a la inversa como se promulga en otros proyectos.

Si vuestra entidad tiene un interés especial en elaborar un plan de sostenbilidad turística que le permita multiplicar la inversión local,  impulsar el turismo sostenible y medir los impactos del turismo en el territorio, generando riqueza, empleo y bienestar social, estamos en sintonía. ¿Hablamos?

1 julio, 2020

Planes de Sostenibilidad Turística, un nuevo instrumento para ayudar al sector.

La Secretaría de Estado de Turismo y las Comunidades Autónomas, reunidas en Comisión Sectorial extraordinaria el 25 de Junio acordaron elevar a Conferencia Sectorial los Planes de Sostenibilidad Turística en Destinos para su puesta en marcha este mismo año. Se trata de un programa incluido en el Plan de Impulso del Sector Turístico Post COVID-19, que tiene por objetivo ayudar a los gestores de los destinos para paliar los efectos de la caída de la demanda.

Desde DINAMIZA aplaudimos esta medida que, si siempre ha sido necesaria para contribuir a impulsar el desarrollo sostenible del turismo en nuestro país, en este momento es más necesario aún, si cabe. No sólo por la crisis provocada por la COVID-19 sino también por un conjunto de problemas estructurales del sector a los que es preciso dar respuesta (puesta en valor de recursos singulares y la cultura local, estacionalidad acusada en algunos destinos, saturación de algunos recursos, gentrificación…).

¡Y qué mejor que hacerlo desde el prisma de la sostenibilidad! Porque el turismo sólo puede impulsarse desde la vertiente de la sostenibilidad, como de hecho venimos haciendo desde nuestra firma en proyectos tan representativos como el Plan Regional de Turismo Sostenible de la Comunidad de Madrid y el Plan de Marketing Turístico Sostenible 2020-2030 de la provincia de Cáceres .

Teniendo en cuenta que existen aproximaciones dispares al concepto de turismo sostenible, de acuerdo al Informe de Destinos Turísticos Inteligentes (Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Secretaría de Estado de Turismo y Segittur, 2015), el turismo sostenible tiene una serie de características comunes transversales que son las siguientes:

  • La planificación del turismo sostenible debe estar basada en objetivos económicos, socioculturales y medioambientales, no sólo en estos últimos.
  • Se debe utilizar el concepto de capacidad de carga para medir las limitaciones de los recursos turísticos de un determinado territorio (algo que en el contexto que estamos viviendo cobra más relevancia aún si cabe.
  • La toma de decisiones relativa a la planificación turística debe ser fruto de un proceso participativo e incluyente, resaltando la importancia de la participación de todos los actores implicados en el turismo y también de las comunidades locales receptoras de turismo.

Consecuentemente, para poder hablar de desarrollo turístico sostenible se deben contemplar en una primera instancia las tres dimensiones básicas de la sostenibilidad:

  1. La sostenibilidad económica: el desarrollo turístico debe tener un impacto positivo en la economía del destino, beneficiando a las empresas, especialmente las locales, la mayoría de los ciudadanos y proporcionando rentabilidad al territorio.
  2. La sostenibilidad social y cultural: el desarrollo turístico debe ser compatible con los valores de las comunidades locales y alcanzar una mejora cualitativa y cuantitativa de los indicadores de bienestar social, así como una mejor difusión y conservación de los bienes culturales tangibles e intangibles que forman parte del territorio y adicionalmente del desarrollo turístico del destino.
  3. La sostenibilidad medioambiental: el desarrollo del turismo debe ser compatible con la conservación de los recursos naturales y los procesos y diversidad ecológica, asegurando que la utilización de dichos recursos naturales para el desarrollo del turismo no compromete su mantenimiento y supervivencia para su posterior utilización por parte de futuras generaciones.

Los Planes de Sostenibilidad anunciados por la Secretaría de Estado de Turismo contemplan dos líneas distintas: una dirigida a destinos pioneros, destinos que cuentan con un cierto posicionamiento en el mercado y que cuentan con necesidades concretas de renovación y reposicionamiento, y otra a destinos ubicados en áreas rurales y de interior, donde el objetivo fundamental es la creación de producto a partir de sus riquezas y singularidades con los que dinamizar estas zonas y luchar contra la despoblación.

Desde aquellos famosos Planes de Dinamización y Planes de Excelencia Turística en el marco de los Planes FUTURES I y II (1993-1999), los planes de dinamización del producto turístico del PICTE (2000-2007), y hasta los planes de competitividad del Plan Horizonte 2020 (2008-2010), no se contaba con una vía de cofinanciación del desarrollo turístico en los destinos por parte de todos los niveles de la administración turística. Una oportunidad de oro para multiplicar la inversión local, como ya ocurrió en estos planes.   Y en esta ocasión se pondrá el foco en la sostenibilidad, cuestión que aplaudimos.

Para la Secretaria de Estado de Turismo, Isabel Oliver, “la aplicación de estos planes de sostenibilidad va a contribuir a la recuperación del sector turístico tras la crisis del coronavirus y nos va a permitir reforzar su competitividad, acelerando su transformación hacia un modelo basado en la sostenibilidad y la digitalización”.

Desde DINAMIZA brindamos nuestra amplia experiencia y bagaje a los destinos interesados para elaborar verdaderos planes de sostenibilidad turística e impulsar un nuevo modelo de gobernanza en los territorios, un modelo donde prime el desarrollo sostenible y la inteligencia turística para ponerla al servicio del desarrollo turístico, y no a la inversa como se promulga en otros proyectos.

Si vuestra entidad tiene un interés especial en elaborar un plan de sostenbilidad turística que le permita multiplicar la inversión local,  impulsar el turismo sostenible y medir los impactos del turismo en el territorio, generando riqueza, empleo y bienestar social, estamos en sintonía. ¿Hablamos?