3 diciembre, 2012

20 Errores a evitar en enoturismo (1ª Parte)

Aunque las cifras demuestran cómo el turismo enológico o enoturismo sigue creciendo año tras año tanto cuantitativa como cualitativamente en España, lo cierto es que venimos viendo que todavía queda un largo camino por recorrer y aún hoy se cometen importantes errores.  Tal es así que, aunque poco a poco se han incorporado profesionales al sector y en otros casos se han formado las personas, en las bodegas aún seguimos cayendo en importantes errores y estamos lejos de gestionar de manera profesional el área de enoturismo, no habiéndose considerado como un importante negocio dentro de la economía de la bodega, por el volumen que puede representar y por el apoyo que puede proporcionar al “core business”.

errores enoturismo

Fruto de nuestras experiencia con el sector enoturístico, vamos a editar (por pequeños capítulos de 5 en 5),  cuáles son, los 20 errores más habituales con los que nos encontramos en la gestión enoturística de las bodegas españolas.:

1. No prepararnos para un negocio (el turístico) que es diferente al de elaboración de vino.

Saber explicar a un viajero cómo se hace nuestro vino, no significa que sepamos cómo atraer, acoger, divertir, entretener y satisfacer al viajero. Para ello necesitamos una formación y unos conocimientos específicos en materia turística, del mismo modo que un enólogo necesita formación específica para elaborar su vino. Son muy pocas que las bodegas que a dia de hoy nos reciben con una sonrisa y muchas las preocupadas por cuánto vino me comprarán (cuando esto es consecuencia de una atención esmerada).

2.      No creer en el enoturismo.

Hay bodegas que no creen en ello, que “han abierto” sus puertas porque lo han hecho sus vecinos, pero que realmente les resulta molesto o no les gusta, o no lo consideran estratégico. Se caracterizan por cerrar los fines de semana, los puentes y festivos, cuando más turismo hay.  Y es respetable, pero en ese caso, mejor no anunciar su vocación enoturística. El enoturismo no es obligatorio.

Si tomas la decisión de abrir tu bodega al turismo significa que estás disponible para que te conozcan, que tienes personal asignado, recursos,  por lo que, si decides invertir en enoturismo no deberías contar con horarios restringidos o que excluyen días u horas de importante afluencia turística.

3.      No alinear nuestra estrategia enoturística con la estrategia general de la bodega.

El producto enoturístico ha de compartir valores y estrategias con la bodega, siendo perfectamente coherentes y compatibles, retroalimentándose mutuamente. A menudo nos encontramos con un producto enoturístico que no está al nivel de los vinos, por lo que afecta muy negativamente a la imagen de marca de la bodega.

4.      Ofrecer la visita como único servicio enoturístico.

Más del 90% de las bodegas ofrecen siempre el mismo y único producto: la visita. Y en muchísimos casos un único tipo de visita. Con carácter general siempre se cuenta lo mismo (y casi todos los visitantes lo conocen ya). Además, hemos de encontrar elementos diferenciales, ya que la “oferta estándar” puede resultar muy  aburrida y poco innovadora en el mercado actual saturado de oferta.

 5.      No sacar todo el potencial a tu negocio.

En línea con lo indicado en el punto anterior, si realizamos un análisis en profundidad de las potencialidades de nuestra bodega, encontraremos qué recursos son aquellos que nos hacen diferentes y nos van a permitir construir una oferta enoturística única y singular, reflejo de los valores de nuestra bodega. Las bodegas que cuentan sus visitas anuales por miles y las que tienen un ticket medio de compra que supera los 50 euros, generalmente han elaborado un proyecto serio de enoturismo planificando y cuidando cada detalle.

En próximos días os daremos una próxima entrega. Como siempre, nos gustaría recibir vuestros comentarios.

3 diciembre, 2012

20 Errores a evitar en enoturismo (1ª Parte)

Aunque las cifras demuestran cómo el turismo enológico o enoturismo sigue creciendo año tras año tanto cuantitativa como cualitativamente en España, lo cierto es que venimos viendo que todavía queda un largo camino por recorrer y aún hoy se cometen importantes errores.  Tal es así que, aunque poco a poco se han incorporado profesionales al sector y en otros casos se han formado las personas, en las bodegas aún seguimos cayendo en importantes errores y estamos lejos de gestionar de manera profesional el área de enoturismo, no habiéndose considerado como un importante negocio dentro de la economía de la bodega, por el volumen que puede representar y por el apoyo que puede proporcionar al “core business”.

errores enoturismo

Fruto de nuestras experiencia con el sector enoturístico, vamos a editar (por pequeños capítulos de 5 en 5),  cuáles son, los 20 errores más habituales con los que nos encontramos en la gestión enoturística de las bodegas españolas.:

1. No prepararnos para un negocio (el turístico) que es diferente al de elaboración de vino.

Saber explicar a un viajero cómo se hace nuestro vino, no significa que sepamos cómo atraer, acoger, divertir, entretener y satisfacer al viajero. Para ello necesitamos una formación y unos conocimientos específicos en materia turística, del mismo modo que un enólogo necesita formación específica para elaborar su vino. Son muy pocas que las bodegas que a dia de hoy nos reciben con una sonrisa y muchas las preocupadas por cuánto vino me comprarán (cuando esto es consecuencia de una atención esmerada).

2.      No creer en el enoturismo.

Hay bodegas que no creen en ello, que “han abierto” sus puertas porque lo han hecho sus vecinos, pero que realmente les resulta molesto o no les gusta, o no lo consideran estratégico. Se caracterizan por cerrar los fines de semana, los puentes y festivos, cuando más turismo hay.  Y es respetable, pero en ese caso, mejor no anunciar su vocación enoturística. El enoturismo no es obligatorio.

Si tomas la decisión de abrir tu bodega al turismo significa que estás disponible para que te conozcan, que tienes personal asignado, recursos,  por lo que, si decides invertir en enoturismo no deberías contar con horarios restringidos o que excluyen días u horas de importante afluencia turística.

3.      No alinear nuestra estrategia enoturística con la estrategia general de la bodega.

El producto enoturístico ha de compartir valores y estrategias con la bodega, siendo perfectamente coherentes y compatibles, retroalimentándose mutuamente. A menudo nos encontramos con un producto enoturístico que no está al nivel de los vinos, por lo que afecta muy negativamente a la imagen de marca de la bodega.

4.      Ofrecer la visita como único servicio enoturístico.

Más del 90% de las bodegas ofrecen siempre el mismo y único producto: la visita. Y en muchísimos casos un único tipo de visita. Con carácter general siempre se cuenta lo mismo (y casi todos los visitantes lo conocen ya). Además, hemos de encontrar elementos diferenciales, ya que la “oferta estándar” puede resultar muy  aburrida y poco innovadora en el mercado actual saturado de oferta.

 5.      No sacar todo el potencial a tu negocio.

En línea con lo indicado en el punto anterior, si realizamos un análisis en profundidad de las potencialidades de nuestra bodega, encontraremos qué recursos son aquellos que nos hacen diferentes y nos van a permitir construir una oferta enoturística única y singular, reflejo de los valores de nuestra bodega. Las bodegas que cuentan sus visitas anuales por miles y las que tienen un ticket medio de compra que supera los 50 euros, generalmente han elaborado un proyecto serio de enoturismo planificando y cuidando cada detalle.

En próximos días os daremos una próxima entrega. Como siempre, nos gustaría recibir vuestros comentarios.